El presidente de honor del Real Madrid, Alfredo Di Stéfano, no se mordió la lengua y justificó ayer los pitos que se escucharon en el estadio Santiago Bernabéu el pasado fin de semana en el encuentro ante el Granada contra el portugués Cristiano Ronaldo.
«El aficionado tiene derecho a hacer lo que quiera porque es el que paga. Si el público pide que el jugador rentabilice su esfuerzo con goles, no hay que discutirlo, la grada siempre tiene la razón», señaló en el acto de la presentación del Consejo de Sabios de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) en Madrid.
El dos veces ganador del Balón de Oro también destacó que no se puede adelantar un partido de los cuartos de final de Copa del Rey entre Real Madrid y Barcelona hasta que los catalanes superen a Osasuna. Además, opinó sobre el trofeo otorgado a Leo Messi y precisó que «el mérito es de todo equipo» y aseguró que no le importa que se lo haya llevado el argentino.
«¿A mi qué me más me da? Yo tengo dos, y uno de 25 años. Lo importante siempre es el beneficio del bloque, no la individualidad. Los compañeros son los que ayudan a unos y a otros para ganar los partidos, uno solo no puede conseguir el triunfo», finalizó.
Día de descanso
El Real Madrid disfrutó ayer de una jornada de descanso después de haberse clasificado entre los ocho mejores de la Copa del Rey tras superar al Málaga en los octavos de final.
El conjunto que dirige José Mourinho volverá hoy al trabajo en la ciudad deportiva de Valdebebas en una sesión que arrancará a las 11,00 horas y que se desarrollará a puerta cerrada.
El entrenamiento servirá a los blancos para comenzar a preparar el encuentro de Liga que jugarán a domicilio el próximo sábado ante el Mallorca de Joaquín Caparrós. Además, pase lo que pase, el conjunto ‘merengue’ seguirá al frente de la Liga, ya que saca cinco puntos al Barcelona
Por otro lado, el defensa Álvaro Arbeloa se pederá el encuentro de cuartos de final de la Copa del Rey, presumiblemente contra el Barcelona, al ver la tarjeta roja en el estadio de La Rosaleda.
El internacional enfiló el túnel de vestuarios en el minuto 87 de la contienda al ver la segunda cartulina amarilla por meter el codo en la cara de Monreal en la disputa de un balón aéreo.
