La ansiada rehabilitación del antiguo teatro Cervantes está desde ayer más cerca. La junta de Gobierno local del Ayuntamiento aprobó el proyecto definitivo de ejecución del teatro Cervantes, redactado por la UTE formada por Javier Fuster Arquitectos S.L.P.-Héctor Miguel León López-Rosana Muñoz Ávila.
El Ministerio de Fomento, que asumirá la financiación de las obras, tiene ya vía libre para licitar las obras, que podrían comenzar antes de seis meses, según fuentes consultadas por esta redacción.
El proyecto aprobado ayer por el Ayuntamiento cuenta con la supervisión del Ministerio y el informe favorable de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y Leon, que autorizó el documento el pasado mes de junio. La Junta no puso inconvenientes al proyecto tras comprobar, entre otros aspectos, que el volumen del futuro inmueble sería similar al edificio preexistente. En otras palabras, el proyecto aprobado garantiza la retirada de las cerchas metálicas que actualmente existen en el solar y que se levantaron en 2006, conforme al anterior proyecto de rehabilitación que tumbó la Junta de Castilla y León al detectar un exceso de volumen y altura.
El proyecto de rehabilitación del teatro quedó aprobado con una condición especial, la de eximir al inmueble de la implantación de la dotación obligatoria de plazas de aparcamiento que corresponderían a este edificio según el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). La arquitecta municipal justifica esta excepción en que un aparcamiento afectaría de forma negativa “a elementos catalogados además de las características del viario, peatonalización de la calle y dificultad de acceso de vehículos”.
Como se sabe, Ayuntamiento y Obispado iniciaron unas conversaciones para, precisamente, poder habilitar espacio para el aparcamiento al servicio del futuro teatro en lo que hoy es la huerta del seminario, un espacio amparado por una declaración BIC.
El proyecto de rehabilitación del Teatro Cervantes recuperará la caja escénica respetando el patio interior de la parcela. En la planta baja, de acceso, se distribuyen diversas dependencias de servicios, cafetería y guardarropía; y se mantiene la escalera como acceso natural y habitual hacia la sala, pues se considera que es uno de los elementos más importantes en la secuencia de espacios que proponía el antiguo teatro. Este largo tramo de escaleras eleva al público desde la calle hasta el nivel del vestíbulo de la sala principal. Bajo la zona de escena, se distribuyen los camerinos, foso de orquesta, y sala de conferencias multiusos. Una vez rehabilitado, el teatro contará con un aforo de unas 700 plazas. Se estima que el proyecto supondrá una inversión de, al menos, 3,7 millones de euros.
