La villa segoviana de Cuéllar vivió durante este lunes una complicada segunda jornada de sus tradicionales encierros puesto que, tras un difícil tramo campestre, sólo cuatro de los seis toros de la ganadería Partido de Resina pudieron llegar hasta la plaza y los dos restantes tuvieron que ser sedados después de que los caballistas no consiguieran encerrarlos.
Desde la salida de los toros de los corrales del Río Cega, situados a cuatro kilómetros de Cuéllar, las dificultades dieron comienzo para los caballistas puesto que uno de los toros se desvió del camino marcado por los cabestros, y pese a los intentos por reconducirlo se separaó de tal manera del grupo que incluso llegó a acercarse a la Autovía de Pinares, por lo que tuvo que ser sedado para evitar males mayores.
Los otros cinco astados, muy desagrupados, se fueron acercando lentamente hasta Cuéllar, y dos de ellos tomaron la delantera para entrar sin problemas por la zona del embudo, donde fueron recibidos por los primeros corredores, con momentos de brillantez en sus carreras.
Sin embargo, los otros tres toros fueron reculado cuando se encontraban cerca de entrar a la localidad, con uno de ellos remontando el Camino del Terrero, lo que provocó algunos momentos de tensión entre los asistentes de la jornada.
Finalmente los caballistas, con la ayuda de los cabestros, lograron recoducir a dos de los astados hasta las calles de Cuéllar. Allí los corredores viveron sus momentos de lucimiento en la calle de Las Parras y de La Resina hasta entrar en la plaza de toros quince minutos más tarde de lo inicialmente previsto. Pese a los intentos por llevarlo hasta la localidad, el sexto toro no brindó facilidades y se iba alejando cada vez más de Cuéllar. Así pues, finalmente el astado tuvo que ser sedado.
De esta manera, en el transcurso de la segunda jornada de los encierros de Cuéllar, considerados los más antiguos de España y declarados de Interés Turístico Internacional en el año 2018, solamente cuatro de los seis astados lograron conseguir llegar a la plaza de toros en un encierro afortunadamente sin heridos, pero complicado para los caballistas en el recorrido por el campo.
