El FC Barcelona Lassa se impuso al Panathinaikos (77-52) en la tercera jornada de la Fase Regular de la Euroliga, un triunfo convincente que selló en el primer tiempo (42-28, al descanso) con un juego trepidante que anuló a los griegos y con un ritmo alto y una intensidad impropias de estas incipientes alturas de campeonato, y un pulso que sirvió además para poner a prueba la resistencia blaugrana cuando, tras el descanso, mejoró y mucho el equipo heleno.
Intentaron los de Sasha Djordjevic, en su regreso al Palau Blaugrana, mejorar tras la mala primera parte realizada. Con más garra, fuerza, y una clara mejora en su acierto, pasaron del -18 en contra a solo -7 (42-35) con un parcial de 0-11. A buen seguro que la charla del técnico serbio hizo mella en sus jugadores, pero el Barça, aunque tardó en reaccionar, lo hizo a tiempo de volver a tomar las riendas.
Fue un partido intenso, bonito, con espectáculo y, pese a la holgura del marcador, con emoción. El Barça salió en tromba y ya dominaba 17-11 en el primer parcial. Como antesala no estuvo mal, pues fue el segundo cuarto (25-17) donde el Barça se despegó en el marcador coincidiendo con una acertada entrada a pista de Justin Doellman, que volvía tras lesión, y dos triples consecutivos de Arroyo cuando Djordjevic había mandado una zona 3-2.
Anulando las reacciones rivales de la segunda parte, poniendo ritmo y alternando el juego exterior con el interior, y todo ello redondeado con grandes defensas y salidas rápidas, hizo que el equipo catalán se divirtiera además de que pusiera las sólidas bases del triunfo final. Pese a la corta reacción del renovado Panathinaikos, el Barça estuvo sólido y puso la directa al triunfo. Navarro, que había estado ‘fallón’, también se reconcilió a tiempo con el triple, Samuels demostró ser una máquina intimidatoria atrás y Arroyo esta vez sí hizo jugar, y con buen criterio, a sus compañeros. Destacaron Ante Tomic y Justin Doellman, de nuevo juntos con el regreso del ‘Capitán América’.
