Castilla y León perderá 25 de los 41 partidos judiciales con los que cuentan ahora si prospera una propuesta aprobada por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que recoge los principios básicos que deben regir una nueva demarcación judicial a nivel nacional. Esta propuesta está a la espera de las aportaciones que puedan realizar los tribunales superiores de justicia de cada comunidad y los vocales territoriales.
Por provincias, León es la que más partidos judiciales pierde al pasar de los siete actuales -León, Astorga, Cistierna, La Bañeza, Ponferrada, Sahagún y Villablino-, a dos, Ponferrada, que absorbería el de Villablino, y León, que agruparía al resto.
La segunda provincia más afectada sería Burgos, donde la reforma contempla la pérdida de cuatro partidos. Así, Lerma y Salas se agruparían al de la capital, se mantendría el de Aranda y al de Miranda se unirían los de Briviesca y Villarcayo.
En Salamanca sólo se contemplan dos partidos: el de la capital, al que se unirían los de Béjar, Peñaranda de Bracamonte y Vitigudino, y el de Ciudad Rodrigo. También tres partidos se perderían en Zamora, donde se mantiene el de Puebla de Sanabria y desaparecen los de Toro, Benavente y Villalpando, que se unen al de la capital.
En Ávila se pierde dos circunscripciones judiciales, dado que Arévalo y Piedrahíta estarían dentro del partido con sede en la capital, mientras que se mantiene el de Arenas de San Pedro. En el resto de las provincias, Valladolid, Segovia, y Soria sólo se contempla un partido. Así, en Valladolid se perderían los de Medina del Campo y Medina de Rioseco. En Segovia, los de Cuellar, Santa María la Real de Nieva y Sepúlveda, y Soria los de Almazán y Burgo de Osma.
La provincia menos afectada por esta reforma es Palencia que sólo pierde uno, dado que se mantiene el de Cervera de Pisuerga, mientras que el de Carrión de los Condes se uniría al de Palencia.