La selección española masculina de waterpolo cayó derrotada ayer ante Serbia por 7-6 en los penaltis, tras haber empatado (7-7) al término de la final (prórroga incluida), y se colgó una amarga medalla de plata en los Mundiales de Roma. Fue un duelo muy igualado con tintes épicos.
La gran estrella de los adversarios, Udovicic, estuvo muy inspirado y no tardó demasiado en poner tierra de por medio. Sin embargo, se encontró con la enorme resistencia de la ‘roja’, liderada por Xavi García. Al descanso se llegó con un ajustado 3-2.
Tras el intermedio, España se conjuró para remontar. Xavi García continuó con su actuación estelar y equilibró la balanza, pero Filipovic volvió a conceder ventaja a su escuadra. Eso sí, Molina acabó empatando.
El último cuarto empezó mal para el bloque patrio, que vio cómo Filipovic batía a Aguilar en los primeros segundos. Para colmo, Dusko Pijetlovic aumentó la renta de los oponentes.
De cualquier modo, el equipo nacional logró una hazaña que parecía imposible, recuperar el terreno perdido. Xavi García anotó las dos dianas necesarias. Al final del tiempo reglamentario, el marcador era 6-6.
El partido se plantó así en la prórroga. En ella, España se adelantó por primera vez en el compromiso por medio de Molina. No obstante, los contrincantes no estaban por la labor de ceder, y Radjen firmó el 7-7.
Nadie más marcó, por lo que hubo que recurrir a los penaltis para decidir quién se adjudicaba el oro. El portero Soro sacó su calidad y frustró a la ‘roja’.
