Sandra Guijarro
Debido a su gran valor histórico, religioso o arquitectónico, el mantenimiento de un edificio como la Catedral de Segovia, supone un trabajo extenso y exhaustivo tanto en lo referente a las labores diarias, como a la restauración de las numerosas piezas que alberga.
Durante este verano se está acometiendo la segunda fase de los trabajos de restauración en las cubiertas de la girola. En esta ocasión las obras afectarán al nivel intermedio tras las actuaciones realizadas en 2023 en el cuerpo superior, que cubre la capilla Mayor, y el transepto o crucero norte.
Este nivel intermedio cuenta con tres mansardas de ventilación que dan acceso al espacio bajo la cubierta. El encuentro de estas con la cubierta ha generado filtraciones y afectado a vigas, que se solucionarán por medio del forrado con chapa de zinc natural y lámina nodulada, una fórmula que se repite en ejecuciones anteriores. Esta misma solución será aplicada en los encuentros de la cubierta con arbotantes y contrafuertes, donde se ha presentado el mismo problema.
Como en la obra efectuada durante el año pasado, el objetivo de esta próxima es solventar los problemas de estanquidad y filtraciones recurrentes debido a los desplazamientos de las tejas, por lo que se va a proceder a levantar la cobertura de teja de los 675 metros cuadrados de superficie, para a continuación retirar el mortero de agarre y se repondrán los tableros de madera afectados por la humedad. Las tejas serán reaprovechadas para colocarlas a la manera tradicional segoviana, siguiendo el modelo del resto de cubiertas, sobre una lámina impermeabilizante ‘onduline’ y una capa de mortero de cemento armado con tela de gallinero.
Los trabajos se prolongarán durante cuatro meses y el coste del proyecto asciende a 289.596 euros. Sumados a los 300.000 de la anterior actuación en la cabecera, la cifra invertida hasta el momento, supera el medio millón de euros, a la espera de comenzar una futura tercera fase del nivel inferior, prevista en el Plan Director de la Catedral para 2025.
DIEZ AÑOS DE AUTOFINANCIACIÓN
Con casi 500 años de historia desde que se colocara la primera piedra, la Catedral de Segovia es un bien que merece todos los cuidados y atenciones que precise. El importe de estos trabajos y todos aquellos realizados desde 2016, están financiados por el Cabildo gracias, principalmente, a la venta de entradas. Un modelo sostenible que permite seguir con la política de autofinanciación aprobada en 2014 no solo en materia de conservación y mantenimiento, también del conjunto de gastos derivados de nóminas de trabajadores o suministros.
El Cabildo presentó recientemente el balance de gastos, en restauración, conservación y mantenimiento durante el periodo 2016-2023, donde los gastos ascendieron a 11.321.193 euros, sufragados de forma integral a través de la venta de entradas para visitar el templo.
Más del cuarenta por ciento se ha invertido en la restauración, conservación y mantenimiento de la Catedral, mientras que el 37,4 por ciento ha estado destinado a los gastos de personal y el 19,2 por ciento, a otro tipo de gastos (suministros o administración entre otros).
ACTUACIONES REALIZADAS
La restauración más cuantiosa se realizó durante 2018, donde el gasto superó el millón de euros, debido a que ese año se llevaron a cabo labores para la restauración integral de la Sala de Pintura bajo el Claustro, que tuvo un coste de 535.000 euros, el 45,9 por ciento del presupuesto total. Además en el mismo año se realizó la primera fase de restauración del órgano del Evangelio, que concluyó con su tercera fase en 2020; se restauró la capilla de La Piedad, la vidriera del Juicio Final y las situadas en el crucero; el tapiz ‘Palmira hecha prisionera’; la iluminación en la capilla del Santísimo y los lienzos de San Frutos y San Geroteo. Por contra, 2021 fue el año donde se hicieron menos reparaciones, ya que debido a la entonces reciente pandemia de COVID-19, muchos trabajos se paralizaron y el número de visitantes cayó junto con los ingresos. Con un gasto que apenas superaba los 30.000 euros, se restauraron las vidrieras del crucero, se renovó la cartelería y se invirtió en la iluminación de los espacios.
Un año después, en 2022, el aumento de visitantes tras la caída de 2020 y 2021, dio como resultado un balance positivo que permitió acometer las labores de conservación, mantenimiento y divulgación en el palacio episcopal, que reabre sus puertas en 2023 y que se encuentra bajo gestión directa de la Catedral. Estas labores supusieron el cuarenta por ciento del gasto realizado en ese año, donde también comenzaron las tareas de restauración de las cubiertas del templo, en concreto la cubierta superior de la cabecera y el crucero norte.
En 2023, la Catedral de Segovia cerró con un balance negativo de 104.075,16 euros al ingresar 1.703.801,72 y obtener un gasto total de 1.807.877,52. No obstante, los ingresos aumentaron respecto a 2022 en un 39 por ciento, debido en gran parte a la subida del número de visitantes de los 413.036 en 2022 a 452.361 en el pasado año.
La cantidad destinada a conservación y restauración en 2023, 649.864,73 euros, representó el 36 por ciento del gasto total frente a los 370.699,17 de 2022. Un incremento del 75 por ciento, que se empleó en la ya mencionada primera fase de rehabilitación de las cubiertas del crucero norte y girola o la restauración de vidrieras entre otras. Asimismo, se incrementaron los gastos debido a la restauración y posterior apertura de dos proyectos de dinamización cultural y turística; el palacio episcopal, que abrió sus puertas al público en marzo y la sala de Santa Catalina en diciembre.
La actividad llevada a cabo por el Cabildo en esta etapa se ha caracterizado por un aumento paulatino en la conservación y restauración, materializado en la apertura desde 2016 de tres salas de exposición, intervención integral en cinco capillas, actualmente en la de Santiago Apóstol, así como en cubiertas, vidrieras y obras del templo.
Estos números reflejan el esfuerzo económico de la institución por dinamizar la Catedral, y ahora también el Palacio Episcopal, desde la perspectiva cultural y turística y sin olvidar la actividad principal que es la celebración del culto diario y servicio al fiel.
La Capilla de Santiago Apóstol revela sus secretos
Otra de las grandes obras que se están llevando a cabo durante este año en la Catedral, es la restauración de la Capilla de Santiago Apóstol y su cripta. Con una inversión de 202.000 euros, se avanza en la recuperación de la policromía de la bóveda, limpieza, fijación y reintegración cromática del retablo, en los muros y la reja. También se han realizado labores en la cripta situada bajo la capilla, lo que ha deparado varias y gratas sorpresas al equipo de restauradoras encargado.
La primera y gran sorpresa fue la aparición de una imponente cruz de la Orden de Santiago con siete metros de largo y cuatro de ancho, oculta en la bóveda bajo varias capas de estratos. La presencia de esta cruz es lógica teniendo en cuenta que fue construida para Francisco Gutiérrez de Cuéllar, contador de Felipe II y caballero de la orden de Santiago. La figura apareció apuntando a otro fresco que representaba un sol y que también permanecía tapado.
El segundo descubrimiento y mucho más curioso a pesar de su poco valor artístico, es la aparición de dos caricaturas que parecen representar a un hombre y a una mujer en el muro occidental de la cripta. Los dibujos, fechados en el siglo XVI, se realizaron sobre el estrato original del muro y han aparecido bajo varias capas posteriores.
Se están realizando labores de fijación y consolidación de la capa pictórica para preservar estos interesantes retazos de historia del tiempo y la humedad.
Arriba, en la capilla, las restauradoras también descubrieron algunos hallazgos sorprendentes; bajo el retablo del santo, se encontraron cubiertos por el polvo de siglos, adornos de retablo, restos de cerámica e incluso un apagavelas, además de restos de cartas que se tratan de descifrar. En el friso de la verja también se descubrió una zona hueca que albergaba aparecieron pergaminos, también restos de una luminaria, una estampa de la virgen del destierro, algunas de las herramientas empleadas durante la decoración de la verja y hasta una moneda de ocho maravedíes fechada en 1604.
Además de las sorpresas que han traído las labores de limpieza, también se está avanzando en la fijación y reintegración del retablo para devolver a la capilla el esplendor de su construcción en el siglo XVI.
Está previsto finalizar el conjunto de las obras durante el mes de septiembre. El coste total asciende a 202.333,16 euros, sufragados íntegramente por el Cabildo dentro de la política de autofinanciación iniciada en 2016 y que tiene como única vía de ingresos la venta de entradas.
