Los proyectos de creación de la Senda de los Molinos y recuperación del Molino Cabila se afrontan gracias a una subvención de varios países europeos que supera los 2,2 millones de euros y que permitirá también actuar en el Acueducto, la Muralla o el cementerio judío.
Se trata de fondos aportados por Islandia, Noruega y Liechtenstein, países que están fuera del espacio económico europeo, pero que tienen suscrito un acuerdo con Bruselas para favorecer proyectos en los países del viejo continente; y, concretamente, para la protección del medio ambiente, la promoción del desarrollo sostenible y la conservación del patrimonio cultural europeo.
El proyecto presentado por Segovia y finalmente seleccionado se refiere a la recuperación y puesta en valor del Acueducto y la Muralla, monumentos que acapararán la mayor parte de los fondos, aunque también contempla la protección del cementerio judío y la recuperación del patrimonio industrial hidráulico, con la reconstrucción del Molino Cabila, en el barrio de San Lorenzo, como actuación más significativa.
El presupuesto total asciende a 4.571.540 euros; mientras que la subvención europea cubrirá el 50 por ciento (2.285.770 euros) y la otra mitad las arcas municipales. El ambicioso plan contempla tres años de intervenciones (2009-2011), si bien, lo más probable, es que se amplíe al año 2012.
Así, el Acueducto acaparará casi un millón de euros (922.482 euros) de la inversión total. Se trata de la puesta en valor del Acueducto como un elemento histórico de tecnología hidráulica, no sólo como monumento en sí, lo que significa la mejora y recuperación de todo su entorno natural, fundamentalmente para su uso turístico. En cuanto a la muralla, la inversión asciende a 2.145.250 euros, con la creación de un camino de ronda exterior a la muralla como principal intervención.
El cementerio judío, que se localiza en la ladera de El Pinarillo, será también objeto de una intervención gracias a los fondos que llegarán de Europa. La idea que está reflejada en el proyecto pasa por delimitar con exactitud la zona donde se produjeron los enterramientos. El proyecto contempla además la protección del yacimiento, esto es, de todas las tumbas que permanecen abiertas, tanto por seguridad, para impedir que sufran posibles ataques vandálicos, como, sobre todo, para frenar su deterioro, al tratarse de rocas calizas sensibles a los azotes de la meteorología.