El período estival se asocia con descanso y relajación; sin embargo, para casi todos los ayuntamientos segovianos es un período de tiempo de refuerzo de los servicios, al incrementarse considerablemente la población durante los meses de julio, agosto y septiembre, llegando, en algunos casos, a cuadruplicar el número de habitantes residentes en el pueblo a lo largo del año. Una de las zonas que más visitantes recibe durante el verano es el entorno de la Sierra, en la que los segundos residentes de sus municipios ocupan su vivienda de vacaciones durante el verano.
Es el caso de El Espinar, que con un censo de 9.200 habitantes, en momentos puntuales del mes de agosto puede triplicar ese número. “Esto hace que el Ayuntamiento redoble esfuerzos para atender las demandas de los ciudadanos”, asegura su alcalde, Francisco Jorge (PP).
En cuanto al consumo de agua, el regidor explica que “de momento las reservas van bien, aunque no hay que bajar la guardia porque en verano coincide el aumento considerable de población y aumenta la demanda, con la ausencia de precipitaciones. Por eso hemos reeditado el bando de consumo racional de agua”.
En materia de personal, el Ayuntamiento de El Espinar incrementa la plantilla por medio de contrataciones temporales de personal de servicios. Este año, según indica Francisco Jorge, se ha contratado a seis operariosde oficios mútiples, y dentro de poco se procederá a la contratación de dos oficiales y otros dos peones de oficios múltiples. También se encuentra en funcionamiento el retén de incendios formado por cuatro personas, que este año, como novedad, ha incorporado a un guarda forestal.
Por su parte, Riaza, en el nordeste de la provincia, es uno de los municipios que más población acoge en los meses de verano, hasta cuadruplicar su población, que puede llegar a los 10.000 habitantes, distribuidos por los diez núcleos que integran esta localidad.
El alcalde, Benjamín Cerezo (PP), explica que la mayor afluencia de residentes de verano se registra las dos últimas semanas de julio y todo el mes de agosto. El agua no supone el principal problema para Riaza, al disponer de una presa y varios depósitos que abastecen al municipio. Los pequeños núcleos dependientes de Riaza son los que cuentan con las redes más antiguas, lo que ha supuesto que en momentos puntuales sean atendidos por camiones cisterna. En este sentido, el alcalde recuerda que existe un proyecto de desarrollo rural en marcha, que prevé nuevos depósitos y nuevas canalizaciones, que solucionarán los problemas que habitualmente se registran en Madriguera, El Mullo y El Negredo.
Turégano también duplica el número de habitantes en estos meses, más en los núcleos, que en la propia villa. Así lo afirma su alcalde, Juan Montes (PP), quien explica que se trata sobre todo de personas de Madrid, atraídas muchas por las casas de turismo rural de la zona, y que han optado por construir su segunda residencia en Turégano.
Los problemas de agua son una constante en esta localidad, más graves en el pueblo de Carrascal, que de un consumo de tres cuartos de litro por segundo en inverno, pasa a duplicarlo en verano. También el servicio de limpieza se incrementa en los meses de verano, al igual que en los otros municipios, con una recogida de residuos diaria.
Una situación similar vive el cercano municipio de Sotosalbos, también pertenenciente a la Mancomunidad del río Viejo, pendiente de una solución para los problemas de agua, que se alarga en el tiempo. Su alcalde, Feliciano Isabel (PP), comenta que la población puede llegar a cuadruplicarse en verano, lo que conlleva más servicios, en cuanto a limpieza, con tres días de recogida de residuos, y más personal, con cuatro trabajadores dedicados a las labores de mantenimiento durante los meses de verano.
