Un buen día de hace unos cuantos años –más de los que parece- llegó a nuestra ciudad un caballero que desde niño había sido un “enamorado” de las monedas, y no de monedas de circulación corriente, sino de monedas de las que los numismáticos estudian y coleccionan. Y precisamente este señor era numismático, y después de conocer y estudiar cecas hispanoamericanas, “le debió sonar” algo de que en España, concretamente en nuestro ciudad, había un Ingenio de alto valor.
El caballero llegó aquí, conoció y estudió la situación de nuestra Fábrica de la Moneda, preparó un proyecto sobre la recuperación y posible creación de un museo en la misma y, a través de gestiones múltiples, y con participación de “unos y otros”, al final nuestra fábrica fue restaurada.
El caballero, no contento con ello y desoyendo enemistades y lo que fuera, creó la Asociación de Amigos de la Casa de la Moneda, sin importarle las contrariedades. Estudió en España, se licenció, fue galardonado con premios europeos, solicitó la doble nacionalidad…y ahí sigue trabajando en favor del histórico Ingenio, enseñándole a cuantos interesados en el tema deseen informarse.
Por todo esto es lo que no se llega a comprender en esta ciudad que no se reconozcan los méritos de una persona…hasta que desaparece de nuestro mundo. ¿Tanto cuesta “recuperar” una inteligencia notable para que pueda reanudar su colaboración de forma oficial?
Me obliga a este comentario de hoy la llegada a mis manos, como “amigo de la Casa de la Moneda”, de un par de nuevas publicaciones que el presidente de la entidad acaba de repartir entre socios y de poner a disposición de los posibles nuevos interesados.
Glenn Murray, californiano/español/segoviano, ha editado un nuevo libro (¿y van…?) sobre la fábrica que nos ocupa estas líneas, bajo el título ”Guía de la Ceca de Segovia (tomo I). Monedas de Segovia”, lo que significa que un segundo volumen está en marcha. Y simultáneamente sale la revista de la asociación, que lleva el título de “Visita auto guiada de la historia industrial del Real Ingenio de la Moneda de Segovia”.
Numerosas fotografías, con abundancia de imágenes de las acuñadas en la fábrica, verdaderas e incluso falsas, en las diferentes épocas y bajo el reinado de varios monarcas que “empujaron” la acuñación
Abundantes cuadros explicativos de las series y fechas y una interesante “Cronología. Segovia en el conjunto de cecas”, con un extenso texto explicativo de las mismas, desde 640-630 a.C. hasta el 3l de marzo de 1989 en que el Ayuntamiento, “tras infructuosas negociaciones con la propiedad, pasa a la expropiación”.
En noviembre de 1993 se funda la Asociación de Amigos de la Casa de la Moneda, para promover la rehabilitación y creación de un museo en la misma”, y ya en el siglo XXI, en septiembre de 2005 se firma el convenio entre el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de la Vivienda, para la rehabilitación de la Ceca, que se comienza en febrero de 2007 y en junio de 2012 se inaugura el Museo del Real Ingenio.
Ahí queda el empeño y trabajo de un numismático, con sus virtudes y sus defectos, como “cualquier hijo de vecino”, agrio a veces en sus comentarios, pero defensor a ultranza del patrimonio de la ciudad que, como he dicho anteriormente, todavía no se le ha reconocido de forma oficial, a pesar de haber recaído sobre él durante un tiempo toda la responsabilidad sobre la marcha de gestiones y comienzos de la obra.
Claro que, en Segovia somos así, a pesar de todas las virtudes que adornan a la ciudad y a sus mismos habitantes.
