Correr está de moda; lo está en las ciudades pero también en las localidades más pequeñas y en las villas como Cuéllar. Después de una exitosa edición de la San Silvestre, que este año celebraba su XX aniversario aumentando a 391 participantes sus listas, llega la quinta de la Carrera de las Murallas. Esta es sin duda la prueba competitiva del año para los cuellaranos, y en este 2016 tendrá lugar el domingo 6 de marzo.
El plazo de inscripciónestá abierto; el Club Atlético Cuellarano está trabajando ya para que los corredores puedan inscribirse por internet e incluso pagar la cuota de ocho euros por dorsal con tarjeta. Se trata de una modesta cantidad a cambio de una gran experiencia deportiva, como muchos aficionados al running la denominan. Los lugares para inscribirse serán, de momento, Deportes Giocco, en la calle Chorretones, y el Polideportivo Municipal Santa Clara. Los pagos podrán realizarse allí o en las oficinas de La Caixa. Durante estos días la web quedará a punto para poder consultar el recorrido, estadísticas de otras ediciones, fotografías y toda la información necesaria para participantes y espectadores. Como en años anteriores, se establecen dos modalidades, además de varias categorías; podrán recorrerse 5 o 10 kilómetros del casco urbano e histórico de Cuéllar. El recorrido será el mismo de estos años, con una sola vuelta para los que opten por el corto, y dos para los de 10 kilómetros. Concretamente, la carrera recorrerá las siguientes calles: salida en Plaza de San Francisco, Avenida Camilo José Cela, calle Concepción, calle Resina, calle Gabriel García Márquez, calle Bartolomé de la Cueva, calle Arcediano Gómez González , calle Polideportivo, carretera de Arévalo, Plaza de El Salvador, calle Arévalo, calle Segovia, Ronda de San Bartolomé, calle El Parque, Camino del Alamillo, calle El Palacio, Arco de Santiago, Travesía Arco de Santiago, calle Cuevas, calle Solana Alta, calle Colegio, Plaza del Mercado del Pan, calle San Julián, Plaza Mayor , calle Santa Marina, calle de la Trinidad, calle Juan de Rojas, calle Madrid, calle Barcelona, calle Ávila, calle Chorretones, calle Gabriel García Márquez, calle Resina, Plaza de Los Coches, calle Las Parras y llegada a la Plaza de San Francisco.
Los monumentos guían esta carrera tan exigente pero a la vez tan gratificante para los corredores. Dada la orografía de la villa, en la que abundan las pendientes, las exigencias físicas son grandes, pero para ello se establecen las dos modalidades, en función de la capacidad de cada corredor. A lo que se invita, en cualquier caso, es al disfrute y a la realización de ejercicio físico. Aún por determinar, se establecerán múltiples categorías que comprenderán a público de todas las edades, desde los más pequeños hasta los adultos. Estrenando infraestructura, como el nuevo arco de meta adquirido por el Ayuntamiento de Cuéllar, esta promete ser una de las ediciones más logradas, fruto de la experiencia de cinco años. En 2014 se acogió a corredores de Espirdo, Aranda de Duero, Laguna de Duero, Medina de Rioseco, Íscar, Aguilafuente, Peñafiel, Navalmanzano y multitud de municipios cercanos; también de ciudades como Zamora, Cáceres, Burgos, Toledo, Valladolid, Segovia e incluso Oviedo. Con el aumento de participantes permitidos hasta los 350 (50 más que el año pasado), se espera que el domingo 6 de marzo sea una gran fiesta del deporte con un ambiente inmejorable.
Es un hecho que para que un evento de tales características se desarrolle con normalidad y logre el objetivo de disfrute para todos, es necesaria la implicación de muchas personas. Los miembros del Club y personal del Ayuntamiento realizan un esfuerzo extra varios meses atrás, hasta el mismo día de la carrera. Para los corredores y el público, encontrarse todo el acto preparado es algo ya preconcebido, por lo que es imprescindible una mínima reflexión que derive en la voluntad de unos pocos. Se necesitan voluntarios; ya lo recordó el presidente del Club, Ángel Carlos Hernando: “nunca son suficientes, siempre se necesitan más”.
Para que los corredores puedan salir de la línea de meta, las calles sucesivas han de estar cortadas al tráfico, alguien debe haberle hecho entrega de su dorsal, debe existir asistencia sanitaria por si hubiera un incidente, el público debe respetar su lugar de espectador y otras personas deberán haberse encargado de que haya un avituallamiento a su llegada. El club y el Ayuntamiento luchan por transmitir la idea de que es imprescindible que ciertas personas se involucren para que otras puedan correr y para que todos puedan disfrutar de un agradable domingo deportivo. Por todo ello, el papel del voluntario cobra una relevancia excepcional. Como su propio nombre indica, no hay una recompensa, porque el trabajo es “voluntario”; tan solo está la satisfacción personal y la solidaridad con los aficionados, que seguramente, se traduzca en ayuda para otro colectivo si se inicia esta cadena. Vallas, dorsales, información y los reconstituyentes son elementos que llevan detrás a muchos voluntarios, sin los cuales seguiría habiendo murallas, pero no habría más Carrera de las Murallas.
A la espera de novedades, corredores y voluntarios ya pueden prepararse para esta cita.
