La tarde del pasado sábado fue muy especial para los vecinos del municipio segoviano de Yanguas de Eresma ya que tuvo lugar la presentación del libro ‘El Merster de nuestra vida’ con la presencia de varios de los integrantes del grupo, así como de la escritora Esther Maganto, artífice junto a Enrique del Barrio de este libro ‘eminentemente visual y llamativo, que no exhaustivo’ sobre el grupo de folk más famoso de la provincia y posiblemente del país.
Durante el acto, celebrado en la biblioteca llena hasta la bandera y moderado por Esther, los mesteres contaron anécdotas de sus inicios como la que protagonizaron en el propio pueblo Yanguas de Eresma en el concierto que dieron en 1984 el cual estuvieron a punto de tocar iluminados con candiles por un error de entendimiento del técnico de luces.
Les gusta hacer que el público disfrute, por ello quisieron dejar claro que a ellos les da igual tocar en la Plaza Mayor de Madrid que en la de un pueblo de 100 habitantes, de hecho recordaron la época de la ‘gira del cardo’ como ellos mismos la llamaron, la que hacían en esos años 70 y 80 por los pueblos de la provincia encima de remolques y escenarios improvisados y que tantos buenos recuerdos les dejaron; casi tantos como los viajes interminables que hacían para llegar a la Galicia marinera, aquellos que duraban casi 16 horas por las carreteras de la época.

Son parte de la historia de este país, además de rescatadores, conservadores y difusores de la música tradicional. En sus comienzos iban con magnetófonos por los pueblos castellanos a la caza de sonidos y letras que mostrar encima del escenario con una clara vocación de hacer del folk un género para todos y de mantener viva la música tradicional.
Hablaron también del cambio generacional que está habiendo en su público; especialmente orgullosos se mostraron de tocar hace dos semanas en las fiestas de la Karmela en Vallecas, donde roqueros y niños bailaron al son de su música.
Una vez acabada la presentación llegó el turno de intervención de los vecinos, que quisieron saber si compensa el cariño del público con el enorme esfuerzo que requiere una carrera como la suya (llevan más de 55 años ininterrumpidos llenado pueblos y ciudades). El encargado de contestar con un sí rotundo fue Paco García, que en esta ocasión jugaba en casa ya que, aun no siendo de allí es yangüés de adopción desde hace muchos años. Una vez acabado el turno de preguntas El Nuevo Mester de Juglaría se arrancó a cantar, a capela, ‘La chica Segoviana’ contando con la colaboración improvisada de todos los asistentes, así como con la actuación espontanea de dos vecinas que además de entonarla quisieron bailarla.
Los agradecimientos llegaron de la mano de Mari Carmen, vecina y encargada de la biblioteca, que quiso obsequiar a cada uno de los componentes del grupo con un pin de la asociación ‘Yanguas lee’ antes de la firma de libros.
