El español David Ferrer se clasificó ayer para la tercera ronda del Masters 1.000 de París-Bercy tras derrotar sin excesivos problemas a su compatriota Marcel Granollers por 6-1 y 6-3, mientras que la sorpresa fue la eliminación del serbio Novak Djokovic.
Después de un martes muy negativo para la ‘Armada’, la jornada, en cambio, comenzó de forma positiva, pese a que el camino se quedó otro tenista nacional a manos del jugador de Jávea.
El alicantino volvió a mostrarse inaccesible para un ‘tocado’ Granollers, que nada pudo hacer para encajar su quinta derrota en otros tantos encuentros, y nuevamente sin poder hacer ni un solo set.
Ahora, el número cinco del mundo tendrá en la siguiente ronda un obstáculo peligroso como es el suizo Stanislas Wawrinka, decimosexto cabeza de serie.
De todos modos, los focos del día se los llevó el estadounidense Sam Querrey, que dio la sorpresa al eliminar a Novak Djokovic. El serbio, que la semana que viene arrebatará el primer puesto del ‘ranking’ de la ATP a Roger Federer, no pudo contener al ‘cañonero’ norteamericano, que se repuso de recibir ocho juegos consecutivos para remontar y llevarse la victoria por 0-6, 7-6 y 6-4.
De este modo, el tenista de Belgrado, que mostró su lado más simpático al saltar a la central ataviado con una máscara de ‘Darth Vader’, encajó su primera derrota en más de dos años en su primer partido en un torneo.
