El Barcelona dejó escapar ayer una gran oportunidad de sentenciar la semifinal de Liga de Campeones ante el Chelsea con una derrota en un Stamford Bridge que le privó de todo lo que le dio en 2009 con el ‘Iniestazo’, en un duelo que estuvo a punto de tener un ‘Pedrazo’ en la enésima ocasión clara de gol de unos blaugranas que perdonaron demasiado ante un gran Cech.
Sin duda, un excesivo castigo para los catalanes, mientras que el Chelsea tuvo el gol, obra de Drogba, y nada más. Los culés tuvieron incontables ocasiones, que se toparon con un portero local que emuló al de los grandes tiempos, con un larguero y con un palo como en el remate de Pedro en el minuto 92, que hubiera premiado el esfuerzo blaugrana.
Ahora, el Camp Nou deberá vestirse de gala para intentar vivir una noche mágica como las de antaño, cuando este Barça sufría más de lo que acostumbra a hacer con Guardiola en el banquillo. Seguramente, se pasó peor que nunca contra el Chelsea, y tocará volver a hacerlo. Todo lo que no entró ayer, tendrá que hacerlo en la vuelta para que el vigente campeón supere a unos ‘blues’ que serán aún más rocosos y rácanos en ataque.
El equipo catalán jugó muy bien en la primera parte y dio un recital de fútbol colectivo para encontrar caminos hacia la portería de Cech, que estuvo muy acertado y tuvo la ayuda de su larguero para mantener la portería a cero.
En la segunda se bajó un poco la intensidad, pero la sensación era buena, si bien se pagó el precio más caro posible por no tener el acierto necesario.
Sin reproches posibles para los blaugranas, que jugaron como quisieron con el Chelsea en toda una semifinal de Champions, la mala suerte se cebó con los de Guardiola con el gol del quejica Didier Drogba justo antes del descanso, en una contra rápida que era la primera ocasión clara para los de Roberto Di Matteo.
A partir de aquí todavía se encerraron más y el Barça siguió dominando, pero con menos pegada. A cada minuto que pasaba en el marcador, menos capacidad de morder arriba tenían los ‘culés’. Y es que, las acciones clara falladas, como el larguero de Alexis o su mal remate a bocajarro, en una acción que también protagonizó Cesc, fueron claves.
Pese a ello, el conjunto blaugrana no se rindió nunca, consciente del valor del gol en el feudo visitante. Tocó y tocó, con el ‘take the ball, pass the ball’ que empleó Guardiola en la rueda de prensa previa, intentando siempre encontrar algún espacio en la cada vez más cerrada y poblada defensa ‘blue’, ya que los ingleses dieron por bueno el 1-0.
Con todo el Barça volcado, el capitán Carles Puyol tuvo una enorme oportunidad al peinar un centro de espaldas a la portería local que, cuando ya estaban los ‘culés’ casi cantando el gol, se quedó en nada con el vuelo de Cech.
Al final, tras el palo de Pedro, Busquets se encontró el rechace pero envió el balón a las nubes. Estas jugadas fueron el reflejo de lo que fue el partido; voluntad y ocasiones del Barça, Cech y un disparo-gol en el Chelsea.
