El Banco de España aprobó ayer la integración del banco Ceiss, resultante de la fusión de Caja España-Duero, con Unicaja, después de dos años de negociación que han dado como resultado un proceso en el que la entidad castellana y leonesa asume de forma preferente y bajo el paraguas de la andaluza el saneamiento de sus cifras antes de una oferta formal de fusión, según fuentes financieras. El plan deberá recibir el lunes el visto bueno de la Comisión Europea.
A pesar de ello, la entidad andaluza aseguraba en un comunicado que aún dándose todos los requisitos y autorizaciones legales para su integración con Banco Ceiss la «posible formulación» de la oferta seguirá sujeta «al cumplimiento futuro de un conjunto de condiciones y asunciones, a desarrollar y concluir conforme a lo establecido en el proyecto y a las negociaciones realizadas».
Precisamente, el órgano supervisor había tutelado la operación e, incluso, había enviado señales inequívocas para que saliera adelante. La última fue la inyección de 604 millones, procedentes de las ayudas europeas a la banca, en forma de bonos convertibles, conocidos como ‘cocos’, en lugar de haber adquirido acciones, lo que hubiera supuesto la nacionalización.
Ahora, la operación diseñada por el FROB contempla que se efectúe, en un primer momento, las «operaciones necesarias para restablecer el equilibrio patrimonial de Banco Ceiss», es decir, hacer frente a los 280 millones de patrimonio neto negativo que arrojó la última evaluación y a los 525 millones de preferentes que se inyectaron en el FROB. Según un comunicado del Banco de España, primero asumirán pérdidas los actuales accionistas del banco, es decir, Caja España-Duero. Sin embargo, el FROB ha aceptado asumir parte de las posibles pérdidas derivadas de reclamaciones por diferencias en el valor de los activos transferidos al Sareb, el banco malo. La fórmula, explicaron las mismas fuentes, podría ser establecer una especie de franquicia que tuviera que cubrir la entidad castellana y leonesa y, a partir de esa cifra, fuera el FROB quien se hiciera cargo de la financiación.
Asimismo, el proyecto solventa el principal escollo de Unicaja en el proceso de fusión, la gestión de las participaciones preferentes y la deuda subordinada del Banco Ceiss, cantidad que asciende a 1.400 millones (mil en manos de particulares y el resto de inversores institucionales). La entidad andaluza había pedido 200 millones de fondos públicos para hacer frente a posibles pleitos de los tenedores de este tipo de productos ya que al no ser una entidad nacionalizada no tienen la posibilidad de acudir al arbitraje. El acuerdo contempla que estos productos híbridos se conviertan en bonos convertibles (cocos), ya que la entidad no cotizará en bolsa. No obstante, el canje se producirá bajo los criterios del Memorando de Entendimiento entre el Gobierno y las autoridades europeas que prefiguró el rescate bancario, por lo que sus tenedores perderán parte de su valor nominal. Según la nota, el FROB de forma inminente ejecutará «una acción obligatoria de gestión de instrumentos híbridos».
Una vez finalizado el ejercicio de gestión de estos productos, se producirá la entrada de Unicaja en el accionariado del Banco Ceiss mediante una oferta de canje de instrumentos de la entidad regional por otros similares de Unicaja.
