Querida directora de El Adelantado de Segovia:
Si Dominica Contreras, conocedora y divulgadora de la Arquitectura Romana, se asomara por sus ventanas orientadas al Sur-Este y al Sur-Oeste, además de visualizar el Acueducto de Segovia, podría ver la Avenida del Padre Claret, aunque a esa distancia no se puede percibir el reiterado colapso de su pavimento (ruina pavimenti).
Durante el reinado del emperador Augusto, se nombraba un “curator viarum”: funcionario del Estado que se encargaba de que las ejecuciones de las obras se llevaran a cabo según el proyecto, así como de la conservación y reparación de las mismas.
¡Qué gran costumbre perdida, válida para garantizar la corrección y durabilidad de las obras públicas!
Definitivamente no construimos «como los Romanos» y tampoco controlamos como ellos.
Cualquier tiempo pasado «no fue mejor» pero muchas costumbres y prácticas del pasado, sí … ¿somos conocedores de ellas? … la ignorancia, además de atrevida, es cara e indigna para quien la práctica y para quien la padece.
Julio César Escobar Llanos