Cristales de Segovia que van mas allá de la luz, porque el cristal, en esta tierra, es un arte y patrimonio que está obligado a transcender en el tiempo. Es herencia de todos; de muchas mujeres y hombres que dejaron hasta sus últimos soplos de viento atrapados en una burbuja mágica de transparencia inigualable, como si fueran lágrimas de sudores tallados en la tierra. Es éste un reconocimiento merecido a todos quienes dieron y dan forma a la arena virgen. Ellos merecen todo mi reconocimiento, respeto y admiración por ser capaces de tallar y atrapar el viento entre fronteras de transparencia.
Vidrio y cristal tallados dignos de tener presencia en todos los museos del mundo. Porque soplar y modelar es tallar con los formones de la mirada y manos gastadas. Es burbujear con arte, paciencia y maestría en la incandescencia de la arena
Un vidrio que perdura en el tiempo y pone luz de misterio en catedrales y palacios,. Es un vaso opaco por el tiempo, en la bodega de mi padre, heredado del ancestro.
Vidrio que es historia de la humanidad con esa capacidad de dar forma al aire para luego dejarlo en libertad. Vidrio nacido con el hombre como aderezo, y útil de supervivencia. Ese que separa en la ventana, el aire cálido del hogar del carámbano de la calle.
Arte del vidrio que siempre me pareció un misterio mas enrevesado, incluso, que el de La Santísima Trinidad. Cristal llevan en sus ojos las lágrima de los Santos llorosos; y en su mirada fija La Dolorosa. Por todo ello me felicito y os felicito que Segovia, su arte del vidrio, haya conseguido ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Sin duda, la provincia, toda ella es un crisol de cristales tallados por el viento, y La Granja, bien tienen merecido este reconocimiento para continuar siendo referente de su pasado; de su inigualable arte milenario. El cristal mágico debe seguir siendo un embajador mas de esta buena tierra donde se aunan y funden en perfecta armonía: fuego y arena para hacer magia de la luz. Aquí, donde también suenan tangos y flamenco en armonía con la dieta mediterranea que atrapan.
Real es su Fábrica, como real es todo su entorno; sus paisajes; su historia, y hasta el entorno mágico de “El Taray”. Segovia parece todo cristal por su luz transparente; hasta el suelo de sus pueblos relumbra sobre los rayos de sol. Es un rincón mágico de esta Vieja Castilla acomplejada y herida de silencios y soledades donde aún perduran vidrieras y ánforas nacidos a soplete y tallados con mimo.
Reconocer este viejo arte del vidrio, es reconocer esta tierra vieja tallada a golpe de soplos de viento. Porque, aquí, los cristales van mas allá de luz con la que juegan para transformarla en una constante primavera de colores.