Las redes eléctricas en nuestro país están sobresaturadas y los “cuellos de botella” están dejando sin acceso a decenas de proyectos industriales, como los nuevos centros de datos y los proyectos de instalaciones de producción de energía eléctrica de origen renovable. En Segovia, algunos de estos proyectos están paralizados también por ese motivo.
Existe un bloqueo para aquellos proyectos por falta de capacidad, un hecho que es denunciado por las comercializadoras de energía eléctrica, preocupadas por el aumento de la demanda eléctrica y la insuficiencia de esas redes. Se calcula que 30 GW no se han podido conectar la red en los últimos cuatro años, un tapón a la hora de conectar los proyectos industriales a las redes, lo que supone una pérdida de oportunidades de nueva inversión: centros de datos, nuevos centros de utilización intensiva de energía eléctrica, etc. La previsión es que la demanda de energía eléctrica entre 2024-2030 se incremente en un 15% en España en este período. Es decir, que las redes de distribución de media y baja tensión existentes en España (las que se conectan con hogares e industria) son realmente insuficientes en este proceso de descarbonización de la economía española.
Es necesario multiplicar por dos la inversión en redes para conseguir el despliegue de la producción de energía renovable y garantizar la conexión. Francia, por ejemplo, ha pasado de invertir anualmente 1.700 millones de euros a 6.900 millones de euros para garantizar el acceso a la red. La modificación puntual del Plan de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026 con una inversión prevista de 489 millones de euros, solamente abarca el 5% de las actuaciones solicitadas por las eléctricas para atender los nuevos suministros en la red de distribución de futuros proyectos industriales.
La falta de capacidad de las redes españoles para acoger nuevos proyectos preocupa también a las Comunidades Autónomas, dado que impide la atracción a sus territorios de nuevos proyectos inversores.
La expansión de la industria de centros de datos es evidente, Amazón invertirá 15.000 millones de euros en diez años en Aragón, el fondo británico ICG otros trescientos millones para crear la plataforma Templus y así gestionar datos regionales (con centros en Madrid, Málaga, Ceuta y Mallorca). Una inversión que dependerá del coste de la energía eléctrica, de hecho en los próximos años se prevé una inversión en ese sector entre 6.000 y 8.000 millones de euros y con la creación de 2.000 empleos hasta 2026 (4.000 si añadimos el sector de la Inteligencia Artificial), con un consumo eléctrico de 600 MW.
El problema es la falta de acceso a esa potencia eléctrica, la patronal Aelec reclama 6.000 MW de capacidad de acceso a la red para atender aquella demanda. Con el tirón de la “nube” y la Inteligencia Artificial, los centros de datos constituyen una apuesta de los gigantes tecnológicos: Amazón, Google, Microsoft y Meta, lo que requerirá un aumento de la producción eléctrica renovable y una modificación del acceso a las redes de distribución. Segovia cuenta con recursos hídricos y terrenos con los que albergar instalaciones de producción de energía eléctrica de origen fotovoltaico con los que atender a esos centros de datos e industrias que utilicen aquella energía de forma intensiva. Es una cuestión a plantear a los organismos competentes claramente.
