Decepción. Es el sentimiento que se deja traslucir en las palabras de Concepción Díez, una de las promotoras de la iniciativa ciudadana que consiguió reunir cerca de 200 firmas en contra de la decisión del Ayuntamiento de cambiar el nombre de la avenida Fernández Ladreda en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. La aprobación en el pleno de ayer del dictámen que hace posible el cambio entierra casi definitivamente las posibilidades de mantener la todavía vigente denominación, que en breve será reemplazada por la de ‘Avenida del Acueducto’.
Díez expresó ayer en unas breves declaraciones su “absoluto respeto” por la decisión municipal, aunque precisó que el voto de calidad de la alcaldesa de Segovia “ha sido quien lo ha hecho posible”. Además, señaló que en todo este proceso “no se ha querido escuchar a los vecinos y se ha optado por pasar el rodillo, lo cual nos parece sinceramente decepcionante”. “Estas cosas nos demuestran que los ciudadanos somos votos y pagadores de impuestos, pero no se escucha nuestra voz”. La expresidenta de la Asociación Contra el Cáncer no quiso entrar a valorar el hecho de que la ausencia de un concejal del PP hiciera ayer posible el cambio de denominación de la avenida de Fernández Ladreda en un dictámen que hubiera sido rechazado con los votos de los 12 concejales populares y el edil no adscrito Javier Arranz; pero señaló que “preparar este lío en una pequeña ciudad es una falta de sentido común”.
Asimismo, señaló que el colectivo que impulsó la recogida de firmas no llevará a cabo nuevas acciones porque “no merece la pena”, y expresó su desconfianza en que el Partido Popular lleve a cabo el anunciado recurso contencioso contra la decisión municipal aprobada ayer en el pleno.
La pasada semana, Díez presentó en el registro municipal un total de 202 firmas de vecinos y comerciantes de Fernández Ladreda que apoyaban la solicitud de que el Ayuntamiento abandonara la idea de cambiar el nombre de la calle, atendiendo a criterios económicos y administrativos. Entre las firmas recogidas se encontraba la del exalcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, que tiene su despacho profesional en esta calle, y que apoyó esta iniciativa.
Los vecinos y comerciantes subrayaron en el escrito el quebranto que esta decisión supone, ya que obligará a notificar el cambio de denominacióna proveedores, seguros, suministros de agua, luz, telefonía o bancos, aunque Correos mantendrá la doble denominación durante dos años.
