El deporte tiene en ocasiones contradicciones profundas. Marcar un gol siempre (o casi…) produce una gran alegría, y más conseguir a tres segundos para el final, pero que tu gol no sirva para cumplir el objetivo te deja con la sonrisa un poco más helada de lo que debería.
Eso fue lo que le sucedió al Segosala Naturpellet en el encuentro que le enfrentó al Ourense Ontime y que en teoría debía decidir el subcampeonato liguero teniendo en cuenta que el Bembrive ganó su partido y se hizo inalcanzable en el liderato. El equipo segoviano logró empatar un encuentro más que complicado ante un oponente que hizo gala de contundencia en ambas áreas durante la primera parte, pero ese empate le deja como estaba, con el subcampeonato un poco más difícil y con la sensación de que hace falta un poco más de ‘mala leche’ deportiva para ganar a determinados rivales.
El quinteto del Segosala que salió de inicio a la pista del pabellón Pedro Delgado lo hizo con el ‘subidón’ del homenaje que el club le hizo en los prolegómenos del duelo a Cristina ‘Chivi’, su capitana y ejemplo de lo que quiere ser la entidad. Así, los primeros compases del partido fueron un asedio del conjunto de Agustín Pérez ante un Ourense que plantaba su defensa en la mitad de la cancha, sabedor de que su guardameta Sara es todo un seguro de vida, y que con el paso de los minutos comenzarían a aparecer sus oportunidades.
PARA CONTUNDENCIA, LA DEL RIVAL
El paso de los minutos fue engordando la lista de ocasiones de gol de las segovianas. que siempre se encontraban la cumplida respuesta de la portera visitante, además de las ayudas defensivas que también evitaban males mayores. Alejandra y Cris de Andrés dispusieron de las primeras ocasiones claras para un Segosala que quería volar sobre la pista, imponiendo su clásico ritmo vertiginoso con rotaciones continuas, y por momentos asediando el marco contrario.
Pero el Ourense no se ponía nervioso, defendiendo con criterio, y esperando su oportunidad, que llegó con un primer lanzamiento de Carla al que respondió Lau con seguridad en el minuto seis de partido. En el siete, una pérdida de balón cerca de la medular dio origen a una contra del equipo gallego que la propia Carla no perdonó.
El equipo de casa dispuso de más ocasiones, pero de nuevo fue menos contundente en las áreas que su rival
El escenario era el indeseado por el Segosala, y el ideal para el Ourense, pero el guion de partido apenas varió. Eva, María Macías en dos ocasiones, incluyendo un lanzamiento cercano al palo, Cris, Alejandra de nuevo… las locales se estrellaban una y otra vez ante la guadameta del Ourense, que apoyándose en su pívot era mucho más vertical que las segovianas, y que asustó con el 0-2 que marcó Sara tras un saque de esquina, aunque los árbitros señalaron la clásica falta en el bloqueo que lo es, pero que no se suele pitar.
Aun así, el Segosala dio muestras de flaqueza en la recta final del primer tiempo, y su oponente no lo desaprovechó. Otro balón perdido cuando no tocaba dio paso a un tres para dos que acabó culminando Nuria. El 0-2 del descanso no auguraba nada bueno.
REMAR Y REMAR HASTA EL FINAL
La segunda parte fue un picar piedra para el equipo segoviano, consciente de que un tercer gol acabaría con el partido, pero necesitado de atacar para poder remontar el marcador. Lau puso de su parte para que lo primero no sucediera, sobre todo en una mano estupenda en el minuto 24, y Jimena comenzó a ilusionar con lo segundo culminando una acción a balón parado.
Mediado el segundo período el partido se metió en un estado de nervios de lo que poco bueno parecía sacarse. Ni Segosala ni Ourense gozaron de ocasiones claras hasta el exceso, y cuando parecía que el partido acabaría con la victoria gallega, Sandra robó un balón en media cancha y su combinación con Miri acabó con un gran servicio al segundo palo que culminó con el 2-2 que no era el resultado que el Segosala buscaba, pero que acabó poniendo justicia sobre la cancha.
