La organización profesional agraria COAG alertó de la “extinción paulatina” de la ganadería tradicional extensiva en la comunidad autónoma de Castilla y León, ya que, desde el año 2006 hasta hoy, redujo en casi 1.500 granjas el número de explotaciones de vacas nodrizas, desde las 10.301 a las 8.827. Sin embargo, el número de animales creció en más de 100.000 en el mismo periodo.
El fenómeno, según explicó COAG Castilla y León durante la celebración ayer, del Foro de Diálogo de la Ganadería Extensiva, convocado por el Ministerio de Agricultura en Toledo, se produce “por la presión ejercida desde la Administración pública, que carece de empatía con el ganadero tradicional” y, además, por “un mercado sin miramientos que impone una competitividad salvaje para obtener rendimientos”.
A escala nacional, la tendencia es muy parecida, en tanto que se detecta una pérdida de granjas, desde 2006, de 21.946 explotaciones de vaca nodriza. En el caso del ovino, el registro sería de 6.132 explotaciones menos.
Sin embargo, en los dos áreas analizadas, Castilla y León y España, el número de cabezas de ganado creció considerablemente, lo que se explica por “una concentración de la producción ganadera que expulsa del mercado a las granjas tradicionales y familiares carentes de músculo financiero para afrontar las exigencias del mercado”.
En el caso de Castilla y León, el número de animales bovinos creció en 103.000 en el periodo analizado, mientras que en España, al aumento de cabezas de ganado vacuno fue de un 32 por ciento del total de la cabaña.
“Los datos revelan una amenaza para la existencia de la ganadería tradicional y familiar, que tan beneficiosa es para el medio ambiente. No en vano, la producción de vacuno en régimen extensivo ahorra recursos energéticos, preserva el medio ambiente, respeta el bienestar animal y previene incendios forestales”, plantearon desde COAG, entre cuyos participantes en el foro de Toledo se encontraban la zamorana Ángeles Santos y el salmantino José Manuel Cortés. “Estas granjas de toda la vida caminan hacia un debilitamiento que las convierte en presa fácil de los fondos de inversión”, concluyó la organización profesional agraria.
Por ello, y desde el foro celebrado en Toledo, COAG reclamó que se aborde la situación de falta de precios e ingresos, la sanidad animal, los mataderos y la comercialización, así como el relevo generacional y la incidencia del lobo y los animales salvajes para salvar la ganadería de extensivo tradicional.
