La compañía de teatro Mutis lleva más de 25 años recorriendo plazas, teatros, ferias y fiestas. Ellos son un jolgorio porque así lo quieren, porque así lo buscan, porque así se lo curran. Además, en la plaza de San Martín, la alegría, la expectación y el interés del público exuda entre las piedras y las escalinatas. Este espacio es uno de los favoritos de Titirimundi para representar trabajos de comedia o de humor que exigen una grandísima energía por parte de los actores. Una energía extra cotidiana necesaria para abrazar con ella a un número enorme de gente de todas las edades y metérselas en los bolsillos. Los actores de Mutis lo saben hacer y así lo mostraron una vez más: Fernando Cárdaba, Elena Ballesteros y Sergio Artero (que sustituyó en esta ocasión a Paloma Hernández por un problema de rodilla), defendieron muy bien la interesante historia del niño faraón: Tutankamon. Ellos se ganaron al público con su juego, su pulso y su sudor (el sol arreciaba a esa hora). Un trabajo intenso en el que interpretan personajes, mueven muñecos, corren, se persiguen. Un bravo para ellos.
Las señas de identidad de la compañía Mutis, enfocada principalmente en el público infantil y familiar, se basa en la comunicación directa con el público, la diversión y una sutil reflexión. Mutis es una compañía que nace en Segovia y en Segovia vive, es muy nuestra, y sobre todo es muy de nuestros niños, algunos de ellos han crecido siguiéndola por los pueblos y lugares donde representaban. Mutis ha hecho un sinfín de campañas escolares, ha divertido a niños y grandes y tiene un público fiel que les sigue allá donde actúen porque saben que al elegirlos está asegurado pasarlo bien.
Carlos Camacho y Paloma Hernández son sus fundadores, directores y productores. En los últimos años de los ochenta fueron alumnos entregados del Taller Municipal de Teatro de Segovia. Con su compañía Carlos se ocupa de crear los espectáculos. Lo que le interesa es inventárselos, desde la idea, pasando por la investigación hasta la concepción total: texto, escenografía, muñecos, dramaturgia. Carlos no se olvida del público, sabe cómo funciona y busca el efecto deseado. Podría haberse dedicado al comic porque le gusta y siempre lo dibujaba, pero para qué si en el teatro a los personajes los puede poner a caminar de verdad, a pelearse de verdad, a hablar de verdad, para qué si lo puede hacer a lo grande. Paloma Hernández es actriz, ella interpreta personajes, y tiene energía y vitalidad para dar y recibir. Se entrega en la escena. Además ella se ocupa junto a Carlos de la realización de muñecos, máscaras y atrezo, también de la producción y distribución de espectáculos. Esta pareja forma un potente equipo con capacidad para dar trabajo a otros actores.
Mutis ha sabido crear equipos estables, porque ese fue su sueño desde el inicio, crear una compañía con sello propio, un equipo de gente comprometida con la forma de hacer teatro de Mutis. En su trayectoria larga han producido diez y seis espectáculos. Han actuado en las más importantes ferias, festivales y muestras de todo el territorio español. En resumen han hecho kilómetros y kilómetros, han pisado escenarios.
´Tutankamon y el niño faraón´ va de Howard Carter el arqueólogo que descubrió la tumba de ese niño que fue faraón cuando solo tenía nueve años y de su ayudante aguador de oficio. Esta pareja no solo se introduce en la cámara mortuoria sino que traspasan el umbral que separa este mundo del inframundo, y allí se tropiezan con el misterio de la desaparición del corazón del faraón que había sido robado de la momia. Encontrarlo es importante, porque siendo el corazón donde reside el alma, el muerto no puede entrar al paraíso sin él. Además debe de ser más liviano que una pluma de avestruz.
En las obras de teatro de Mutis siempre hay algún malo que joroba las cosas, pero con la ayuda de los niños los personajes buenos vencen todas las dificultades que encuentran. Peleas, cachiporrazos, persecuciones siempre funcionan. Lo que resulta hilarante y estimulante para los niños es que rápidamente entienden el código y se afanan por avisar, desvelar, desarmar las mentiras que urden los malos y todo eso hasta conseguir el objetivo de que ganen los buenos. Podríamos pensar que este teatro es un tanto maniqueo, alienador o ya visto, pero lo cierto es que los espectáculos de Mutis funcionan como un reloj bueno: no se paran, marcan la hora perfectamente, no se adelantan ni se atrasan y, con su estética de comic a tamaño gigante, resultan interesantes. En el caso de ´Tutankamon, el niño faraón´, los niños, el público en general, debe elegir entre el general Horemheb, un ambicioso que lo único que desea es el poder y propiciar y declarar guerras para ensanchar su dominación y Tuta (como llaman cariñosamente al emperador) que parece inofensivo y busca la paz. Así es que cuando el público grita ´guerra´ o ´paz´, todos a voz en cuello claman paz. Y es que lo que está ocurriendo en el tiempo presente nos indica el camino, y eso lo saben hasta los niños. ¿Por qué quién quiere hoy la guerra si además estamos viendo la muerte, destrucción y sufrimiento que ocasiona? Ojalá pudiéramos decir ´Paz´, como los niños en la obra, y la paz se lograra.
Bravo por Mutis, nuestra compañía segoviana. Bravo por Titirimundi que la ha programado. Bravo por ese público entregado.
Ficha Técnica
38 EDICIÓN FESTIVAL TITIRIMUNDI
Teatro Juan Bravo
13 de mayo a las 12:00
MUTIS TEATRO
‘Tutankamon, el niño faraón’
Autor y director:
Carlos Hernández Camacho
Actores-manipuladores:
Fernando Cárdaba
Elena Ballesteros
Sergio Artero (en sustitución de Paloma Hernández)
Vestuario:
Cyril Wicker Spichiger
Música original:
Óscar García Villegas
Diseño y construcción de escenografía y títeres:
Carlos Hernández
Acabados y utilería:
Paloma Hernández y Pilar Garay
Pintura de títeres y decorados:
Alberto D. Fernández Hurtado
