El CD Base Dibaq está a un paso de firmar el ascenso a la Liga EBA después de ganar los dos primeros partidos de la Final Four ante la Universidad Pontificia de Salamanca y la Universidad de Valladolid, los dos favoritos para disputarse la plaza de ascenso, consiguiendo sendas victorias de manera incontestable, siendo mejor que el oponente y demostrando tener más ‘hambre’ de victoria.
Porque, si en la primera jornada de competición disputada en la noche del viernes, el equipo segoviano había derrotado al anfitrión, la Universidad Pontificia de Salamanca, por una diferencia de 18 puntos (60-78), en la segunda se deshizo del segundo clasificado de la liga regular, la Universidad de Valladolid, aprovechando muy bien sus buenos momentos y peleando lo indecible en los malos, que los hubo. Pero sobre todo dominando en una faceta clave en esta categoría como es el rebote.

DANDO PRIMERO

El equipo rojiblanco aprovechó el ‘subidón’ de su victoria en el primer partido ante la Universidad Pontificia para abrir una primera diferencia importante (18-5) frente una Universidad de Valladolid que no entró en el encuentro hasta pasados algunos minutos. La intensidad defensiva de los segovianos, más el buen hacer de Dani Barroso y Edu Martín, propiciaron que el CD Base amagara con romper el partido desde el inicio.
Sin embargo, la Universidad de Valladolid fue reduciendo paulatinamente la distancia, con una defensa en zona que se le atragantó sobremanera al conjunto segoviano, que si al final de los primeros diez minutos mantenía algo de ventaja con el 19-14, en los primeros compases del segundo cuarto vio cómo su oponente se apoyaba en el acierto en los lanzamientos libres, más un par de canastas de tres puntos, para dejar en nadas las diferencias, y de paso meter a los de Toño García en problemas de faltas, con el bonus cumplido cuando todavía restaban más de siete minutos para el descanso.
La zona vallisoletana, a veces 2-3 y a veces 1-3-1, puso en evidencia el mal día del CD Base en lo que a lanzamiento exterior se refiere, y aunque el equipo se sostuvo gracias a la fuerza con la que cargó el rebote en ambas zonas, era evidente que si no se elevaba el porcentaje de acierto los problemas iban a acumularse.
La UVa se hizo fuerte bajo su canasta, y el 12 de 17 tiros libres convertidos antes del descanso hizo el resto. Los dos equipos se marcharon a los vestuarios con el 33-35 en el electrónico, y mucho que hablar en el lado segoviano, porque la selección de tiro no estaba siendo ni mucho menos la mejor, con un 0 de 14 en lanzamientos de tres, y la sensación de que lo mejor que podía haber pasado era la llegada del descanso para aclarar las ideas.
Y funcionó el descanso, porque el CD Base que salió a la pista de la Universidad Pontificia tuvo poco que ver con el equipo que la había dejado diez minutos antes. Pagándole a la UVa con la misma moneda, es decir, con una defensa en zona, el conjunto rojiblanco provocó un buen cortocircuito en el ataque de su oponente, consiguiendo correr el contragolpe y elevar así el ritmo del partido.

EL PAGO CON LA MISMA MONEDA

Curiosamente la UVa cambió a defensa individual en el inicio del tercer período, pero tuvo que volver a cambiar su defensa después de que Mauro anotara el primer triple para los segovianos, que volvieron a liderar el marcador y a los que en este tercer período sólo se les pudo poner el ‘pero’ de algunos errores en los lanzamientos libres.
Pero la Uva, salvo un minuto de acierto que puso el 44-44 en el electrónico tras el triple de Quirós, desapareció del mapa, borrado de la pista por un CD Base que haciendo del rebote su mejor arma, y jugando a la carrera sin miedo a cometer errores, le endosó un parcial de 11-0 que le sacó definitivamente del partido.
El 56-45 con el que se inició el último período le daba al CD Base una ventaja interesante, pero en ningún caso definitiva porque un momento de acierto de su oponente le podía devolver las opciones de victoria, y el 0-4 con el que la Universidad de Valladolid comenzó el cuarto definitivo así lo dejó entrever.

El equipo segoviano es el único de los cuatro participantes que ha ganado los dos partidos, y juega a las diez de la mañana ante el Aldeamayor una final en la que le podría valer hasta una derrota por la mínima

Era el momento de mantener la templanza, y dos lanzamientos libres de Edu Martín devolvieron la renta al entorno de los diez puntos, metiendo presión al equipo vallisoletano que siguió fallando demasiado tanto en el ataque estático como en lanzamientos relativamente sencillos. Y como quiera que el CD Base había hecho del rebote su caballo de batalla, su oponente apenas pudo gozar de segundas oportunidades para anotar.
Cierto es que que el encuentro se pudo romper mucho antes en favor del conjunto segoviano, pero los de Toño García también sintieron la presión de saber que una victoria les ponía el ascenso mucho más cerca, y también cometieron errores. Pero el cronómetro fue el mejor aliado del CD Base y el peor enemigo de la UVa, que fue una máquina de perder balones en los últimos minutos.
El triple de Alberto Miguel terminó de romper el partido, y los dos rebotes ofensivos logrados de manera consecutiva por Edu Martín para cerrar su más que buen partido certificaron la victoria del CD Base Dibaq por 71-59. Aún queda un paso que dar para conseguir el ascenso, pero hay mucho, muchísimo, camino andado.