La Gimnástica Segoviana afronta la última jornada liguera con la posibilidad de escribir un nuevo capítulo en la historia del club. Éste, de una magnitud mayúscula, pues sería el más bonito, preciado y significativo en sus 96 años de existencia. Sobre la mesa, un posible ascenso a Primera RFEF o, lo que es lo mismo, un billete entre los 82 mejores equipos de España. Casi nada. Una presencia en la categoría de bronce del fútbol español hasta la fecha inaudita para la entidad gimnástica y que se puede convertir en realidad si en el día de hoy el equipo segoviano hace los deberes y la suerte, esa que tantas veces le ha sido esquiva y le ha dado la espalda, hoy por fin acompaña.
Una tesitura única en su casi centenario de historia que tendrá lugar sobre un escenario, el municipal de La Albuera, que será de nuevo testigo de una cita para el recuerdo. Ahí y, con el Illescas como invitado de lujo, el equipo de Ramsés Gil afrontará la madre de todas las batallas, con el billete para el playoff ya en el bolsillo, pero con el sueño intacto de que el botín pueda ser aún mayor. Con las cuentas cristalinas y la ilusión infinita todo reside bajo la imposición del ‘ganar y esperar’. Porque la Segoviana no depende de sí misma para consumar el ansiado ascenso, pero los motivos para creer en él sobran en la parroquia gimnástica. El guía y fiel creyente, el propio Ramsés Gil quien, tras la última derrota frente al Atlético Paso se atrevió a vaticinar que “si ganamos al Illescas jugaremos en Primera RFEF”.
A dos puntos del Numancia, el conjunto segoviano está obligado a vencer al Illescas y aguardar un tropiezo del cuadro soriano en Cáceres para proclamarse campeón de liga. Una ecuación compleja, que no imposible. Porque el equipo toledano visita Segovia con la permanencia prácticamente certificada y sin nada en juego, mientras que el Cacereño está obligado a ganar al Numancia en esta última fecha para mantener con vida sus aspiraciones de disputar la próxima edición de la Copa del Rey.
Así, una Albuera que presentará un ambiente de gala con el cartel de aforo completo y en la que se congregarán a cerca de 3.000 aficionados vivirá una mañana de nervios y sufrimiento a partes iguales que espera que acabe con final feliz. Una jornada con horario unificado que mantendrá a la afición gimnástica con los ojos puestos sobre el verde y las orejas en los transistores pendientes de lo que ocurra en la ciudad extremeña.
”La victoria, aunque no se dé el ascenso directo, nos llevaría a ser segundos que es muy importante de cara al bombo del playoff. Ya vimos lo que nos pasó el año pasado en Huelva que al final los dio una ventaja definitiva, por lo que ganar el domingo es importantísimo independientemente de lo que haga el Numancia”, reveló el técnico segoviano acerca de la trascendencia de un duelo que quien sabe si puede marcar un antes y un después en la historia del club. La Segoviana, a 90 minutos de tocar el cielo.
