La Guardia Civil de Segovia ha detenido a dos hombres como presuntos autores de cinco delitos de robo con fuerza mediante el método del butrón, cometidos en dos empresas de Cuéllar y otro en Fuentepelayo, de donde sustrajeron una gran cantidad de productos fitosanitarios y una furgoneta de carga valorado todo ello en unos 125.000 euros.
La investigación se inició en septiembre del año 2022, cuando se tuvo conocimiento de los robos de Cuéllar, que tenían como nexo común la sustracción de material fitosanitario. Estos hechos se repitieron en el mes de octubre en las mismas empresas y tendría que pasar un año para que se produjera el otro robo en Fuentepelayo.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de Segovia vinculó inmediatamente ambos hechos, desprendiendo de la investigación que se trataba de un grupo criminal organizado con base en Roquetas de Mar (Almería), de donde partían de manera itinerante a cualquier localidad de la península donde estuvieran ubicadas empresas distribuidoras de productos fitosanitarios para cometer los hechos delictivos.
A medida que avanzaba la investigación, se descubrió que parte de los componentes del grupo se desplazaban hasta localidades relativamente cercanas al lugar fijado como objetivo, donde alquilaban casas rurales que convertían en su centro temporal de operaciones, para planificar golpes y facilitar su huida una vez ejecutados. De ahí regresaban a Roquetas de Mar, ya con el material sustraído, que entregaban de forma casi inmediata a sus receptores. Estos aún no han sido identificados, pero estarían presuntamente relacionados con algunos de los numerosos invernaderos de la provincia de Almería. Y es que se constató que los robos se cometían por encargo.
Para sus desplazamientos habrían utilizado vehículos lanzadera, así como teléfonos de prepago, dados de alta con identidades ficticias para de avisar de la presencia policial y evitar ser detectados durante los traslados.
Finalmente se consiguió averiguar la ubicación de los domicilios de algunos de los implicados en los robos Y, entre los días 19 y 20 del pasado mes de febrero, se detuvo al presunto cabecilla de la organización en Roquetas de Mar y a uno de sus principales colaboradores. El resto de los miembros del grupo no han sido localizados, pero están identificados. Todos ellos tienen un modo de vida itinerante, por lo que no se descarta que hayan huido a algún país de la Unión Europea
