Apenas queda una semana y los nervios y la responsabilidad se hace evidente en sus caras. Están a punto de cumplir un nuevo paso en su incipiente carrera, que será el primero de muchos, si todo sigue su cauce. En un mundo tan complicado como el del toro, ver tres debuts de luces se antoja casi en forma de efeméride. Además, el festejo que acoge la plaza de Valsaín en la tarde del sábado, 4 de mayo, supone un hito para la Escuela Taurina Provincial de Segovia al ver a tres de sus alumnos haciendo el primer paseíllo dentro del escalafón de novilleros sin picadores.

Jorge Oliva
Sus nombres son Jorge Oliva, Daniel Hernández y Jesús Manso. A los tres les viene la afición desde bien pronto y ya la temporada pasada, tras adquirir ciertos conocimientos técnicos y artísticos en el centro taurino de La Higuera, tuvieron la oportunidad de actuar en público en varias clases prácticas. Oliva (Segovia, 2007) llegó a la Escuela Taurina con 14 años después de que sus padres le prepararan una capea, dado su desmesurado interés por el toro. “En ese momento me di cuenta que de verdad me gustaba ese mundo”, cuenta el joven segoviano, que se define como un novillero con “mucha verticalidad y mucha entrega”. “Me gustaría que viesen un concepto clásico”, añade.
De cara al compromiso de Valsaín, asegura que lo afronto con “mucha ilusión y ganas”, y mantiene sus expectativas en los novillos: “Los veo muy bonitos y con mucha clase”. Por su cabeza no pasa otra cosa que no sea “triunfar”, un objetivo que proyecto a lo largo de toda la temporada; pues ya tiene otros compromisos cerrados como el de La Lastrilla, un festival en el que compartirá cartel el 18 de mayo con José Ortega Cano, Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’ y Emilio de Frutos, director de la Escuela de Segovia.

Daniel Hernández
Hernández (Palazuelos de Eresma, 2005), por su parte, explica que “en mi familia siempre nos ha gustado el mundo del campo y los toros” y resalta que decide querer ser torero al “ver vídeos del maestro Victor Barrio”. A la Escuela se inscribió con 15 años y ya el año pasado pudo pulsar sensaciones en varias plazas de la provincia. Su concepto, según sostiene, es “clásico” y busca “la naturalidad” y “la profundidad en cada muletazo” para “llevar a los animales bien cosidos en la muleta y sentir todo lo que hago”.
Con vistas al debut de luces, el de Palazuelos reconoce que hay “nervios a la vez muchas ganas”: “Es una tarde que llevo soñando desde pequeño, poder ponerme el ‘chispeante’, y más en Valsaín, al lado de mi pueblo. Espero dar todo lo que llevo dentro y que la gente vea que quiero ser torero. Además, los novillos son preciosos para un día como este: buenas hechuras y bien rematados. Ojalá embistan”. En cuanto al objetivo que se marca esta campaña, se mantiene realista: “Seguir aprendiendo de la gente que me rodea del mundo del toro, del maestro Emilio de Frutos, y también poder torear las máximas novilladas que se pueda, siempre con preparación y sacrificio, y torear en plazas importantes”.

Jesús Manso
Por otro lado, Manso (Segovia, 2007) reconoce que la afición «me llega desde muy pequeño por parte de mi familia y mi tío que se dedicó al mundo del toro. A finales del año 2022 pude contactar con el matador de toros Ruiz Muñoz y me dijo que era maestro en la Escuela Taurina de Segovia y decidí apuntarme”; y continúa explicando: “Actualmente estoy desarrollando esta profesión tan bonita con el maestro Emilio de Frutos, que me dio la oportunidad de hacer quites en la temporada 2023 y la recompensa de todo esto, ahora que estoy muy preparado, ha sido poder matar mi primer novillo en un festejo sin picadores en Valsaín donde me vestiré de luces para empezar este trayecto tan bonito, como es el mundo del toro”.
Con las ideas claras, el novillero de San Lorenzo se identifica como “un torero exigente y muy centrado delante de la cara del animal”. “Me gustaría que la gente se fijase en mí y vean toda la preparación que hay detrás de ese festejo. Por mi parte, quiero expresar todo lo que llevo dentro y que la gente se quede con ganas de verme otra vez”, asegura. No esconde que hay “nervios, pero estoy muy tranquilo ya que mi maestro Emilio de Frutos me está preparando para lograr un buen resultado”. Manso pone el punto de mira en “triunfar en mi debut y, a partir de ahí, ir a los pueblos y participar en sus festejos para expresar mi deseo de triunfar en el mundo del toro”. Estas son las impresiones previas de los tres jóvenes novilleros segovianos ante el debut. Valsaín como testigo.
