Treinta años creando un mundo mejor. Así se resume la labor que el grupo scout de Segovia Siete Picos ha llevado a cabo en estos treinta años de vida, que ayer conmemoró con una fiesta de convivencia. Y ese ha sido el lema que desde ayer está insertado en una placa colocada en uno de los bancos de los Jardinillos de San Roque, descubierta por el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes. El regidor segoviano recordó su época en el grupo scout y destacó su importancia.
Con esta placa la ciudad rinde homenaje a un grupo cuyo objetivo sigue siendo educar a niños y adolescentes de Segovia para convertirlos en ciudadanos libres y críticos con la sociedad. Así lo expresaba un joven scout segoviano, al que el movimiento le ha aportado “una visión de la vida un poco diferente”. “Se intenta aportar, en lugar de criticar todo, canalizar nuestras inquietudes en la búsqueda de lo positivo”, comentaba este scout, que anima a los más pequeños a participar en la filosofía scout.
El grupo Siete Picos surgió en el colegio Maristas de la capital hace treinta años y desde entonces la mayoría de los segovianos que han cursado sus estudios en el mismo han pertenecido a este colectivo, que trata de educar en valores desde la infancia. En Segovia conviven con otro grupo de scouts, La Ruta, algunos de cuyos componentes también celebraron ayer el aniversario de Siete Picos.
Después del descubrimiento de la placa, los scouts se trasladaron al patio del colegio Maristas donde se llevaron a cabo diferentes actividades lúdicas. La mañana concluyó con una gran paella de hermandad, elaborada por los padres de los scouts. Y por la tarde, continuaron las celebraciones del treinta aniversario, con muchos asistentes, que desearon una larga trayectoria a Siete Picos.
