La oposición siria declaró que no espera ningún resultado positivo de la próxima ronda de conversaciones en Ginebra porque perciben la ausencia de voluntad internacional para obligar al Gobierno de Damasco a iniciar una transición política que culmine con la salida del poder del presidente, Bashar al Assad. “Simplemente no existe, especialmente por parte de Estados Unidos. La verdad, no me espero nada de estas conversaciones”, declaró Riad Hiyab, coordinador del Alto Comité para la Negociación, que engloba a la mayor parte de la oposición política siria.
Aunque Hiyab confirmó que su grupo estará presente en el inicio de las conversaciones el próximo 9 de abril, aprovechó para reiterar que no tiene buenas perspectivas. “Quiero dejar clara una cosa a nuestra gente: no albergamos optimismo sobre el proceso de negociación”, declaró. Desde la oposición siria se teme que el alto el fuego actualmente en vigor y gestionado por Estados Unidos y Rusia haya servido para consolidar a Al Assad en el poder con el consentimiento tácito de ambos países. “No es que tengamos miedo de esta nueva aproximación, sino del secretismo, de la falta de claridad, de la ausencia de transparencia”, aseveró. “No tenemos ni idea de lo que (Estados Unidos y Rusia) han acordado”, concluyó.
Por otro lado, milicias rebeldes, incluido el Frente Al Nusra, lograron arrebatar ayer a las fuerzas gubernamentales una colina estratégica situada al sur de Alepo, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Según el Observatorio, en los combates murieron “decenas” de militares y al menos 16 milicianos de grupos rebeldes o del Frente Al Nusra.
La ofensiva de los insurgentes comenzó el viernes y ayer las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, comenzaron la contraofensiva para intentar retomar las posiciones perdidas, informó el Observatorio, una organización independiente con sede en Londres y con una amplia red de informantes dentro del país.
Hallan una fosa con 40 cadáveres en Palmira
El Ejército sirio anunció el hallazgo de una fosa común con más de 40 cadáveres en la ciudad siria de Palmira, arrebatada la semana pasada de manos de la organización yihadista Estado Islámico, según informó la agencia oficial de noticias SANA.
La fosa fue hallada en el barrio de Tadmur, en el noreste de la ciudad, y entre ellos hay 15 mujeres y niños con señales de haber sido ejecutados por Estado Islámico. Algunos de ellos habían sido decapitados y otros presentaban evidentes señales de tortura.
Estado Islámico anunció en mayo de 2015 que había ejecutado a al menos 400 residentes de la ciudad, la mayoría niños, mujeres y ancianos. Asimismo, el grupo yihadista ha sembrado la antigua ciudad de Palmira con “miles” de minas antes de retirarse de la localidad ante el avance de las fuerzas del Ejército sirio.
