Una antigua fábrica de resinas
Persiste junto al pueblo una esbelta chimenea de ladrillo que sirve de recuerdo de la existencia de una fábrica de resinas. Sobre ella, un nido de cigüeñas, a modo de boina, da cuenta también del abandono de estas instalaciones que aún albergan parte de la maquinaria utilizada. En los años 40 y 50 esta fábrica supuso una importante actividad industrial y económica para el municipio. De hecho, en su entorno surgió el barrio de la Cotarra, para facilitar el alojamiento de los trabajadores de esta fábrica, que incluía un taller de tonelería de madera. Esta industria, promovida por Fausto de Miguel, permitió que se vieran los primeros grandes camiones y turismos en el pueblo. En los últimos años se manejaron diversos proyectos centrados en esta amplia área, desde su restauración hasta su urbanización, aunque ninguno de ellos ha salido adelante.

Viejas caleras
En algunos puntos del exterior del pueblo se conservan restos de antiguas caleras que se emplearon, como su nombre indica, para la producción de cal. Se traían piedras calizas de la zona próxima al Duratón en carros y se cocían para extraer este producto que se empleaba mucho en la construcción, coloreado y saneamiento de paredes. Además de identificar una zona del pueblo, la más occidental, las caleras también sirvieron para crear sobrenombres a los que se dedicaron a esta labor.

Un Vía Crucis agrupado
En el entorno de la ermita se encuentra una serie de cruces de piedra que forman parte de un viejo Vía Crucis, antiguamente colocado a lo largo del denominado Camino del Calvario. Con inscripciones en su base dan cuenta de la antigüedad de las piedras, labradas en memoria de distintas personas, que datan desde principios del siglo XVII hasta avanzado el siglo XVIII. Distribuidas en el parque levantado junto a la ermita, contribuyen a generar un agradable espacio de oración y esparcimiento.
Potro de herrar
En uno de los extremos del casco urbano de Cabezuela, junto a la carretera que conduce a Cantalejo se encuentra un antiguo potro de herrar sobre una pequeña rotonda. Lo forman cuatro postes verticales de piedra, sobre los que se soportan vigas de madera que permiten amarrar a los animales de tiro para inmovilizarlos y poderles herrar o curar. Además existen dos pequeños postes con forma ovalada en su cara superior sobre los que se colocaban las patas delanteras para ser tratadas. En un principio, el potro se ubicaba al otro lado de la carretera, pero se trasladó con motivo de la ordenación urbana de la zona.

Ermita regentada por el pueblo
La ermita del Santo Cristo del Humilladero, sostenida por el pueblo, está al norte del pueblo. De ella se ocupaba la Cofradía del glorioso mártir San Sebastián y las Cinco Llagas, la cual, desde 1971, se denomina Cofradía del Santo Cristo del Humilladero y Nuestra Señora de la Asunción. Cada 14 de septiembre acoge la tradicional ofrenda de frutos y subasta que permite a esta Cofradía mantenerse económicamente.

Molino de Mesa
Un viejo molino se sitúa junto al Cega, en la zona conocida como Puente Mesa. Aprovechaba la fuerza del agua del río para molienda, conduciendo el salto del agua con la presa anexa, lugar de baño para los vecinos de Cabezuela y Veganzones. El molino data al menos del siglo XIX, aunque también se cita en archivos de 1849 la existencia de una venta, la Venta de Mesa. El molino perteneció a Ezequiel González, vecino de Segovia, en el año 1878, y se dedicaba a la producción de harina. En 1902 hubo una gran inundación en el lugar, y su abandono se produjo en los años 60 del siglo XX, tras un grave incendio. Sin embargo hoy se encuentra en parte rehabilitado como residencia. Pocos metros más abajo se encuentra el puente que sirve a la carretera autonómica CL-603 para salvar el río. En su día estaba formado por cinco amplios arcos, pero que fue ampliado a finales del siglo pasado para agilizar el tráfico en la zona.

Un campo de golf sostenible
El campo de golf Valdemazo es desde los años 90 un espacio verde que nació con el propósito de combinar deporte y naturaleza con el mantenimiento de la ganadería extensiva que siempre se ha desarrollado en la zona. Está situado junto al término municipal de Puebla de Pedraza, con el que comparte espacio. El campo lo forman 9 hoyos y cada fin de semana y muchos laborables acoge a los aficionados a esta práctica, que también participan en reñidas competiciones. Lo cruza un arroyo que aporta la humedad precisa para mantener verde la pradera durante la mayor parte del año.

En el camino de San Frutos
Junto al campo de golf discurren varios caminos y sendas que posiblemente cruzó San Frutos en su viaje al Duratón donde se retiró para vivir como eremita. Este trazado ha sido señalizado recientemente con hitos de piedra rosa en un proyecto auspiciado por la Diputación y la Junta. También cuenta con la bendición del Obispado de Segovia, que concede indulgencia a los peregrinos que realicen este recorrido, de más de 70 kilómetros de distancia, entre Segovia y el Priorato de San Frutos del Duratón. Entra en el término de Cabezuela desde Puebla de Pedraza y, tras varios kilómetros por el camino de Carrapedraza, entra en Cantalejo hacia Sebúlcor.

Los Porretales, una finca comunal
Los Porretales constituyen una zona verde regada por el Cega y situada al final del curso de este río que abandona el término municipal antes de entrar en Lastras de Cuéllar. En su origen era una sola finca adehesada denominada Valparaíso, que había sido desamortizada. Se subastó en 1860 y vendida posteriormente a 86 vecinos de Cabezuela y 60 de Lastras. En 1866, al escriturar se dividió en dos partes y se puso una peseta como valor nominal de cada participación. La suerte quiso en ese acto notarial que a los de Cabezuela les correspondiera la zona ubicada en el término de Lastras y viceversa. La divisoria la forma el Canto de La Alameda. La extensión total del área supera las 200 hectáreas. Durante siglos se dedicó a pastos de las explotaciones ganaderas, vacas y yeguas. La parte de Cabezuela se roturó y se dedicó a chopera. También se dedican desde entonces a populicultura otras fincas comunales cercanas compradas al Estado: Comunes y Del Río.

El Cega, río de subsistencia
El río Cega siempre ha marcado la vida de los vecinos de Cabezuela. Entra en el término en la zona de Frades, donde existió una población que desaparecería. Continúa por el paraje de Puente Mesa, y termina en los Porretales. Para algunos vecinos el río fue un recurso de susbsistencia gracias a la pesca que se practicaba por la abundancia de peces que luego vendían. Con el río existe también una leyenda de que algún personaje, huido en la época de la Guerra Civil, vivió escondido en la zona de la Alameda y los Porretales, donde encontró refugio hasta la llegada de tiempos mejores.

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Extraido del libro El Ochavo de Cantalejo. Recorrido visual por un territorio histórico (2022)
Editado: Enrique del Barrio
https://enriquedelbarrio.es/tienda/libros/el-ochavo-de-cantalejo-recorrido-visual-por-un-territorio-historico/
