Valsaín. O sensación a paraíso: pinares, ríos, montañas, flores, animales y, por supuesto, paisanos. Tantos libros como senderos que recorren nuestro Valsaín cuentan y alaban los encantos de este rincón del planeta. Más maravilla: siendo tan transitado todavía puede paladearse la soledad de sus perspectivas.
No sé si achacar a mi ignorancia o a insuficiente divulgación un hecho ya irrebatible. Valsaín fue la cantera del Acueducto.
Sí ha llegado a mis orejas un debate antiguo: Que si los bolos de Ortigosa, de San Lorenzo, de San Medel. Todas verdades. Pero el descubridor que acierte las cuatro preguntas se hará más convincente:
– ¿Cómo es la composición del granito del Acueducto?
– ¿Dónde se encuentra un granito como el del Acueducto en las inmediaciones de Segovia?
– ¿Dónde se encuentran los 80.000 o 100.000 m3 de ese granito bruto con los que, con las técnicas tradicionales de cantería, extraer los 20.400 sillares de entre una y dos toneladas cada uno, más el estéril removido?
– ¿Cuál es la intendencia que se propone para acercar esa cantidad de granito al pie de obra?
Si yo os hablara de Fernando Alonso, la mayoría de vosotros lo asociaríais enseguida al campeón mundial de Fórmula 1. Así ocurriría con Nadal, Severiano Ballesteros, Pau Gasol. Españoles campeones en lo suyo que nos da cierto gusto que sean compatriotas nuestros. ¿Qué os parece si os presento a otro campeón mundial, otro Fernando, esta vez Pedrazuela, que también es campeón del mundo de lo suyo? Exactamente plusmarquista (mejor que recordman, según Fundéu) mundial en reducir el número de personas fallecidas en construcción de túneles. Si la media mundial es de un accidente mortal por cada 10 kilómetros de túnel excavado, en países desarrollados, de entorno tecnológico avanzado en obra civil, Fernando Pedrazuela, bien es verdad que con el resto de técnicos responsables, es campeón mundial porque en los 30 x 2 km. de túnel de AVE entre Segovia y Madrid, en los correspondientes a la provincia de Segovia (15 x 2 km.), junto con los otros túneles más cortos, no se produjo ninguna víctima mortal. Sí dirigió el rescate de los 36 trabajadores atrapados en el interior del túnel durante el incidente del incendio de una máquina del tren de obra que salieron ilesos. Lamentablemente buena parte de los túneles construidos en esa época cumplieron con la fatídica estadística. Este hecho, junto con otros que no cuento por discreción y extensión, avalaría el tipo de profesional y la autoridad que es Fernando Pedrazuela.
Fernando Pedrazuela, doctor ingeniero de minas, es quien ha respondido a las preguntas precedentes de manera conclusiva. De lo cual se deduce que ese granito, nosotros lo llamaríamos de grano gordo, que está en los lanchares de Valsaín, debajo de la pradera que conocemos como El Parque, a ambos lados del pueblo y sobre el curso del río Valsaín, es el que ofrece cantidad suficiente de piedra y las mejores condiciones de transporte, bien a través del río hasta el puente de Segovia, bien acercándolo al ramal de la Vía Antonina que pasaba muy poco por encima.
Entre otros detalles que faltarían a esta secuencia habría que considerar las herramientas de las que disponían los romanos de aquella época, sus medios de transporte, tan lentos como pesados sin carga y la disposición de la cantera, en lanchar, que facilita su extracción, como si fuera, permítaseme la comparación, capas de una cebolla. Su grado de alteración y fracturas facilitan el trabajo (canterado) para conformar los sillares.
Segovianos respetables siguen afirmando que las piedras del acueducto venían del Berrocal de Ortigosa, omitiendo el pequeño detalle de que, para desplazar esas piedras, habría que haber remontado cuestas de valles que forman ríos y arroyos varios (Milanillos, Frío, Tejadilla), tarea más larga y más pesada que la que describe F. Pedrazuela.
La propia tesis doctoral de Fernando Pedrazuela, resumida en la publicación La piedra monumental de la provincia de Segovia y sus canteras (por otro lado, homenaje singular al antiguo oficio de los canteros) hacen mención de este hecho. Dominica Contreras lo recoge en su reciente y exitosa publicación El Misterio del Acueducto. Y numerosos congresos y ponencias científicas conocen y avalan este descubrimiento.
Es hasta cierto punto injusto que nosotros, los paisanos, estemos todavía entre galgos y podencos sin reconocer el mérito, el estudio y las conclusiones de Fernando Pedrazuela.
La plácida contemplación de las praderas, donde todavía retozan algunos caballos y menos vacas, el valle, tan angosto en algunos tramos, el Eresma cantarín o silencioso de hoy en nada se parecen al fragor, fabril y febril, de tantas personas y utensilios en la extracción del granito en tiempos de Vespasiano. Pero los detalles evidentes de aquellas labores añaden a la contemplación un mérito extra. Mérito sentimental que nos adjudicamos cuanto más segovianos, granjeños o valisabinenses somos.
Si los de Valsaín y sus visitantes ya están orgullosos de tantas cosas pueden añadir un motivo más: Valsaín es el sitio de donde se extrajo el granito de la inmensa mayoría de los sillares con los que se construyó el Acueducto.
