El Museo Thyssen-Bornemisza acogerá desde el próximo martes 6 de octubre hasta el 17 de enero la exposición ‘Edvard Munch. Arquetipos’, la primera retrospectiva que se realiza del pintor noruego en Madrid desde 1984. Esta muestra, posible gracias a la colaboración del Museo Munch de Oslo, reunirá una selección de 80 obras de este artista, considerado uno de los padres del arte moderno junto a Cézanne, Van Gogh y Gauguin, debido a su contribución a la formulación de la sensibilidad artística, además de símbolo universal de la angustia y la alienación del hombre moderno.
Algunas de las obras que se podrán ver en esta exposición son ‘Atardecer’, ‘Melancolía’, ‘Madre e hija’, ‘Agonía’, la versión en lápiz litográfico y tinta china de ‘El grito’, ‘La niña enferma’, ‘Mujer’, ‘Pubertad’, ‘Celos’, ‘Asesinato’, ‘Mujer vampiro en el bosque’, ‘El beso IV’, ‘Bajo las estrellas’, ‘El artista y su modelo’ o ‘Desnudo femenino de rodillas’, entre otras.
En el arte de Munch confluyen las tradiciones pictóricas, corrientes literarias progresistas y especulaciones esotéricas, para crear toda una mitología de los tiempos modernos y con una firme actitud de experimentación. A través de arquetipos e imágenes primigenias de comportamientos humanos, Munch logró establecer múltiples relaciones entre los signos externos del mundo físico y la dimensión espiritual más oculta.
Obsesiones existenciales como el amor, el deseo, la ansiedad, los celos, la enfermedad o la muerte, y estados de ánimo como melancolía, soledad o sumisión, se muestran en su obra a través de la actitud corporal de los personajes, paralizados en una especie de tensión estática en el momento preciso en que su gesto expresa el sentimiento que deben representar, y determinan también la escenografía y el tratamiento espacial de la composición.
Las formas planas y sinuosas, el color simbólico, la deformación expresiva del cuerpo, o la utilización de texturas y técnicas experimentales del grabado, fueron igualmente elementos básicos de su vocabulario artístico y se podrán contemplar en las obras que ahora acoge el Thyssen.
Durante varios días se podrá disfrutar de los cuadros del famoso pintor para el deleite de todos los aficionados al arte expresionista.
