Escocia celebró ayer el referéndum sobre su continuidad en Reino Unido que ha abierto ya la vía para garantizar un proceso “sin precedentes” de traspaso de poderes para dar respuesta a las aspiraciones soberanistas y a la protección de la financiación, independientemente del triunfo de la separación a la que aspiraba ‘Yes Scotland’ (Sí Escocia), frente a la apuesta por la permanencia que defendía ‘Better Together’ (Mejor Juntos).
Con las encuestas igualadas hasta la apertura de los colegios y la confirmación de la ligera ventaja del ‘no’ en un sondeo publicado ayer, que dejaba una horquilla del 53/47, los electores se volcaron con una convocatoria a la que, según las autoridades locales responsables del operativo, habría concurrido entre el 80 y el 90 por ciento.
El futuro de la unión con Inglaterra que data de 1707 dependerá de su decisión, pero los votantes pudieron acudir a las urnas con la garantía tanto del Partido Nacional Escocés (SNP, en sus siglas en inglés), como del aparato político e institucional británico de que, a partir de mañana, Edimburgo asumirá un volumen de competencias para aumentar el techo de autogobierno.
Frente a la propuesta de la separación total que propugna el SNP, los partidos de Reino Unido han prometido abrir las negociaciones, una vez conocido el resultado, para materializar una agenda de transferencia de poderes a la altura de las expectativas soberanistas.
Ronda de contactos
No en vano, el veredicto de las urnas dará paso a una ronda de contactos, bien para proceder a la constitución de un nuevo Estado, bien para estudiar las áreas susceptibles de devolución. Las concesiones ofrecidas por el arco parlamentario de Westminster permitirían aumentar la capacidad de recaudación del IRPF y otros impuestos como la tasa sobre los pasajeros de avión, o la existente sobre ganancias de capital.
Asimismo, Londres estaría dispuesto a traspasar la gestión de las prestaciones para vivienda, de la política de integración laboral y de las actuaciones en materia de Bienestar. Sin embargo, demandas como el control del petróleo continuaría en Londres, como pensiones, de Defensa o de Exteriores.
Para dar validez a su propuesta, las comisiones negociadoras trazarían un Libro Blanco a presentar en noviembre, para ser debatido en profundidad y, ya a finales de enero, dar paso a la Legislación ante la Cámara de los Comunes. El objetivo es garantizar el compromiso de los tres partidos ya antes de las generales, previstas para 2015.