Parecía que los escándalos que rodearon durante 2011 y 2012 al exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, que fue acusado de intento de violación y agresiones sexuales, habían llegado a su fin. Pero ayer la Justicia francesa volvió a cargar contra el economista y los magistrados que instruyen el llamado caso Carlton, que investiga una red de proxenetismo en la que supuestamente estuvo implicado el también exministro de Finanzas galo, remitieron al tribunal correccional al exdirigente y a otras 12 personas, a las que acusa de participar en fiestas ilegales con prostitutas en el hotel Carlton de Lille.
Strauss-Kahn, contra quien se retiraron los cargos en relación a la presunta agresión sexual a una empleada de un hotel de Nueva York en 2011, había sido imputado en marzo de 2012 por «proxenetismo agravado en banda organizada» en este caso, en el que hay 14 imputados, si bien el fiscal solicitó el pasado 11 de junio que se desestimaran los cargos. En esta ocasión, los jueces eliminaron el agravante de banda organizada, por lo que, en caso de resultar condenado, podría recibir una pena de hasta 10 años de prisión y una multa que rondaría el millón y medio de euros.
El expolítico socialista, de 64 años, está acusado de haber participado en 2011 en la organización de orgías ilegales. Él mismo reconoció que estuvo en este tipo de actos en ciudades como París, Washington o Lille, pero sostuvo en su defensa que no sabía que las mujeres que acudían recibían dinero por su asistencia. Por ello, los investigadores deberán ahora determinar si el economista sabía que las invitadas eran, en realidad, prostitutas, y, además, tendrán que desgranar si el ahora imputado pudo ser uno de los organizadores de las reuniones, algo que el exdirector del FMI siempre ha negado.
Al conocer el nuevo requerimiento de los tribunales, los abogados de Strauss-Kahn reconocieron que el exministro «se esperaba» su procesamiento por delitos de proxenetismo y blanqueo de capitales, pero confían en demostrar ante el juez que se trata de una «aberración total».
En este sentido, los letrados insistieron en que su cliente «se presentará tranquilo ante el tribunal», dado que «no le ha sorprendido» la decisión tomada por los magistrados instructores del caso Carlton.
«No es ninguna sorpresa», explicó el defensor Richard Malka, en declaraciones recogidas por el periódico Le Monde, quien, además, denunció el «ensañamiento» demostrado por los togados contra el exdirector del Fondo, tras el que ve, según agregó, un «análisis ideológico y moral» sin «base jurídica».
«Demostraremos ante el tribunal correccional que es una aberración total», apostilló Malka.
