El portero del Barcelona Víctor Valdés aseguró ayer que se lo pasa cada vez mejor con el fútbol que despliegan sus compañeros, pese a que eso signifique que su participación en el juego sea menor.
«¿Aburrirme? No tengo tiempo. Me lo paso muy bien viendo al equipo. La verdad es que está siendo una etapa muy bonita para mí», manifestó el arquero, que lleva 515 minutos imbatido y que mañana, ante el Espanyol, podría mejorar su marca personal si mantiene la portería a cero durante, al menos, 56 minutos más.
«Estoy muy contento. Como portero, poder superar una cifra así es importante, pero siempre he dicho que el mérito de éste y otros récords es siempre de la plantilla y que si luego no se traducen en títulos no sirven para nada».
Para el meta de L’Hospitalet de Llobregat, el «secreto» de que en esta temporada se haya reducido de forma drástica su número de intervenciones es «el robo de balón», ya que «ahora pasa muy poco tiempo entre que el equipo lo pierde y lo vuelve tener otra vez». Valdés sabe que el desplazamiento al estadio de Cornellá es «uno de los más difíciles del año» y el Espanyol es uno de esos rivales que ofrece un plus en su rendimiento cuando se enfrentan a su máximo rival. Por eso, alargar esa racha será complicado.
«Espero un duelo muy intenso, de mucha dificultad, ante un adversario que presiona muy bien, de forma muy coordinada y que técnicamente también ha mejorado mucho, porque ahora además juega un buen fútbol», señaló.
Acto seguido, precisó que la renovación de Pep Guardiola es absolutamente prioritaria. «No me imagino un Barça sin el míster», y apuntó que Iniesta, al que considera como «un hermano pequeño», es su favorito para ganar el Balón de Oro.
No obstante, también recordó que sus otros dos compañeros, Xavi y Messi, también se merecen el premio, y que, gane quien gane, «el equipo ha de sentirse muy orgulloso», apostilló.
Valdés también se mojó cuando le preguntaron quién merece el galardón al mejor entrenador del año: Guardiola, Mourinho o Vicente del Bosque.
«Del Bosque ha conseguido algo que aquí nadie había conseguido, que es ganar el Mundial. Es un entrenador buenísimo, pero yo se lo daría a Pep, porque el fútbol que ha inculcado a este equipo es único», concluyó.
En lo colectivo, el Barcelona siguió preparando el derbi contra el Espanyol, y ayer lo hizo acompañado de un intenso frío que se erigió en el protagonista de la sesión. Guardiola sigue pendiente de las evoluciones de Jeffren y Milito, ambos en la recta final de su recuperación y que trabajaron al margen del grupo.
