El Viveros Herol Nava se tuvo que dar un buen ‘arrimón’ para conseguir doblegar a Los Dólmenes Antequera, y pasar de la segunda ronda en la Copa del Rey. El conjunto segoviano no hizo ni mucho menos un buen partido, pero en el tramo final comenzó a parecerse al equipo competitivo de la Liga Plenitude, y en la prórroga ya fue mucho mejor que un oponente físicamente mucho más bajo.
Las ausencias de Isaías Guardiola y Jakup Prokop venían a mermar el ataque navero en lo que a la primera línea se refiere, pero también dejaban su impronta en el apartado defensivo, un hecho que no tardó en ponerse de manifiesto porque el conjunto local jugaba sus ataques con mucha fluidez, liderando el marcador aunque sin tener ventajas relevantes.
Durante un buen puñado de minutos Borja Méndez fue quien sujetó a un equipo que ni atacaba bien ni llegaba a defender
Álvaro Senovilla señalaba en la previa del partido que las rotaciones podían ser una de las claves del encuentro, por lo que el partido se preveía de ritmo alto. Y las previsiones se cumplieron, pero muy al final, con el Antequera manteniendo más que dignamente el tipo hasta el ecuador de la primera parte, cuando comenzó a cometer algunos errores en los lanzamientos (Luis de Vega contribuyó a ello) y el Balonmano Nava pasó a controlar el marcador.
La primera exclusión para Carró provocó un punto de inflexión en el partido porque el Antequera endosó un parcial de 3-0 que obligó a Senovilla a parar el partido ya que la defensa navera había bajado sus prestaciones tanto como el ataque, superado por la movilidad del 6:0 local.
LO JUSTO, PERO NO LO SUFICIENTE
El Viveros Herol mejoró lo justo como para no irse del partido, pero no lo suficiente como para poder darle la vuelta al marcador. El 1-1 con el que terminaron sus dos primeros minutos en superioridad reflejaron claramente los problemas que tenía en ataque, y ni tan siquiera la entrada de Patotski en la portería ayudaba en la primera parte a mejorar los números defensivos. Y es que la presencia de Rafa Baena en el pivote fue un constante quebradero de cabeza para los segovianos, que cerraron la primera parte por detrás en el electrónico. .
No mejoró demasiado el Balonmano Nava en el segundo tiempo en el que se vio a remolque durante demasiados minutos. Los Dólmenes atacaba con la misma fluidez que en el primer tiempo, la portería no ayudaba demasiado porque la mayoría de las acciones ofenivas locales terminaban con un lanzamiento desde los seis metros, bien por parte del imparable Baena, bien por los extremos, y así no sólo resultaba más que difícil reducir las distancias, sino que estas aumentaron hasta los tres goles, con un 26-23 que no auguraba nada bueno.
En el equipo navero, tan sólo Borja Méndez y Pablo Herranz parecían en disposición de hacer algo efectivo en ataque, pero sin duda la clave estaba en defender mejor, algo que no sucedió durante casi cincuenta minutos, cuando los locales seguían manejándose de manera más o menos cómoda con sus tres goles de renta (31-28).
EL RIVAL MUESTRA SU DEBILIDAD
Una exclusión para Roberto Pérez no terminó de ser aprovechada por el equipo de casa, y fue en ese momento cuando los visitantes se dieron cuenta de que sus rivales comenzaban a dar síntomas de fatiga. Cierto es que Baena seguía destrozando a la defensa segoviana en los seis metros, pero al Antequera le costaba bastante más hacer le llegar la bola a su pivote.
Y así fue cómo, haciendo trabajo de ‘hormiguita’, y acertando una pero fallando otra, el Balonmano Nava pasó del 31-28 al 32-33, con Pancho Ahumada culminando un par de acciones rápidas, y Moyano algo más acertado en sus lanzamientos. Faltaba darle la puntilla al partido… y Borja marcó desde los siete metros el 34-35 a quince segundos para el final.
En la prórroga un motivado Dani Palomeque y un par de paradas de Luis de Vega evitaron complicaciones de última hora
Pero el Antequera no había dicho su última palabra, y un gol a cuatro segundos para la conclusión llevó el partido a una prórroga que con seguridad Nava no quería, pero que premiaba el trabajo de su oponente malagueño. Pero el esfuerzo local había sido demasiado grande, y los diez minutos suplementarios le sobraron. El Viveros Herol cogió pronto una renta de dos goles que supo manejar porque la defensa rival ya no daba para más, y la decisión de un motivado Dani Palomeque, más un par de paradas de Luis de Vega para evitar complicaciones de última hora hicieron el resto. Nava salvó un partido con más trampas de las que parecía, y estará en la siguiente ronda de la Copa del Rey.
