El pasado domingo jugadores, técnicos y directivos de la Gimnástica, además de aficionados segovianos, soportaron amenazas, insultos y salivazos en San Fernando, localidad de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), un municipio hermanado con Segovia. Menos mal. Todo ello ante la connivencia del colegiado del partido, del club local y de la autoridad competente, advertida de la posibilidad de incidentes y que sólo compareció cuando fueron reclamados por un directivo gimnástico.
La ausencia de cobertura televisiva del partido – nefasta casualidad… o no – ha hecho que sea el vídeo de un aficionado el que nos haya mostrado una pequeña muestra de lo sucedido. Gracias.
Como bien decía el mítico jugador del Caja de fútbol sala Diego Giustozzi: “en la grada todos son Tyson”, por lo que la falta de educación de los ‘valientes’ y sus exabruptos pueden achacarse a la efusividad del momento y no son representativos de la mayoría de aficionados locales. Quiero pensar.
Otra cosa es el comportamiento macarra de los jugadores del San Fernando, que estuvieron una vuelta entera maquinando su venganza contra un compañero de profesión que ya pagó con una sanción – desproporcionada- el altercado en el que se vio involucrado en el partido de ida y en el que esos mismos que lo escupieron el domingo -delante del árbitro- tuvieron tanta culpa como él.
El San Fernando puede presumir de los tres puntos sumados. Incluso de que hayan salido de los puestos de descenso… de momento. Que lo disfruten lo que les dure. Yo presumo de aficionados, jugadores, cuerpo técnico y directivos que nos representaron a todos los segovianos. Ellos valen más que tres puntos.
