La Guardia Civil investiga a una persona por un delito contra la protección del patrimonio histórico en los yacimientos arqueológicos que circundan el casco urbano de la localidad de Castrejón de Trabancos (Valladolid) tras extraer 553 piezas de diversa naturaleza y épocas.
Entre las piezas hay puntas de flecha, botones, pinjantes, anillos, hebillas de cinturón, monedas, munición de avancarga y fíbulas, entre otras. Objetos que abarcarían desde el año 2.500 antes de Cristo hasta el siglo XVII.
La Benemérita tuvo conocimiento en enero de un posible expolio en Castrejón de Trabancos. A raíz de actuaciones que habitualmente realizan los agentes para preservar el estado de los yacimientos, y en estrecha colaboración con el personal del Servicio Territorial de Cultura de la Junta en Valladolid, se supo de la existencia de agujeros en tierras de labor de los extrarradios de la localidad, compatibles con los que realizan los buscadores de tesoros, como se suele denominar a las personas que usan aparatos detectores de metales.
La Guardia Civil de Valladolid puso en marcha la Operación Castrilase y realizó las gestiones necesarias para identificar al posible autor de los hechos, ya que los agujeros se encontraban en yacimientos arqueológicos, estando prohibida cualquier actuación sobre estos careciendo de la preceptiva autorización. Fruto de las investigaciones, se localizó al autor, el cual había extraído 553 piezas arqueológicas. La incautación consta en su mayor parte de objetos metálicos que, sacados de su entorno, causan un daño irreparable al patrimonio cultural.
Los agentes investigaron a esta persona como supuesto autor de un delito sobre el patrimonio histórico, por el expolio de yacimientos arqueológicos y los daños ocasionados en éstos. Esta actividad se encuentra prohibida a los particulares en Castilla y León, según el reglamento para la protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León, cuando se utiliza dentro de espacios actualmente catalogados como bienes integrantes del patrimonio arqueológico.
Es más, en ningún caso, incluso fuera de los bienes catalogados, personas sin la debida titulación académica y autorización se pueden dedicar a la búsqueda de restos arqueológicos, “se empleen los medios que se empleen, incluido el detector de metales”. La Guardia Civil instruyó diligencias que fueron remitidas al Juzgado de Guardia de Valladolid, a cuya disposición quedaron las piezas intervenidas.
