La presidenta de Castilla-La Mancha en funciones, María Dolores de Cospedal, defendió ayer que “la obligación de los gobernantes y de este alto y noble oficio de la política es dejar las cosas mejor de como se encontraron”.
“Los ciudadanos de Castilla-La Mancha pueden estar muy orgullosos, muy tranquilos y muy satisfechos porque entre todos hemos puesto las bases para el crecimiento y para la creación de empleo”, destacó Cospedal durante su intervención en el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha, celebrado en el Palacio de Fuensalida de Toledo en este sentido.
No obstante, reconoció que “es verdad” que “hay muchos de entre nosotros que todavía necesitan esperanza y un empleo y saben, al igual que sabemos nosotros, que queda mucho por hacer”.
Cospedal, que apuntó que “Castilla-La Mancha es artífice y es protagonista de su propio porvenir”, puso de manifiesto que “entre todos hemos puesto las bases para tener una sociedad más solidaria, más justa y más entregada a todos”.
“Una sociedad que cuide de aquellos que menos tienen, de aquellos que menos se pueden valer por sí mismos y que otorgue a aquellos que son mejores de entre nosotros los alicientes necesarios para que nos hagan de faro de guía y tiren de todos los demás”.
“Así es como avanzan las sociedades: cuidando de los unos y cuidando de los otros”, sentenció Cospedal, quien se mostró convencida de que “Castilla-La Mancha tiene un gran futuro y un gran porvenir”, aseguró.