A lo largo de su trayectoria profesional y artística, esta arquitecta y pintora madrileña ha demostrado que el Pontón segoviano o el Pantano de La Granja es su fuente de inspiración. Así se refleja en su obra más reciente que se exhibe en la exposición colectiva ‘Vida silenciosa’ —comisariada por Miguel Cereceda— en Espacio Mados en Madrid, hasta el 10 de febrero.
“Participo con unas fotografías intervenidas con óleo en el pantano de La Granja, que no es ni el pontón, ni el Mar de los Jardines, pero prefiero no revelar la ubicación para que no se altere su magia”, asegura López-Izquierdo al tiempo que añade que sus obras “tratan del paso del tiempo en la naturaleza”.
Después de tres distintas reflexiones sobre la idea del paisaje, en las que, además de sobre el paisaje natural en ‘El paisaje cuatro perspectivas’ se han acercado también al paisaje urbano con ‘Arquitecturas de Madrid’, e incluso a aquella consideración romántica del paisaje como un estado del alma en ‘Saudade’, “nuestra intención es acercarnos ahora a esa relación intersticial, en la que la naturaleza se mezcla con el arte y se interna también en la vida doméstica” asegura el comisario de la exposición Miguel Cereceda.
“Nos interesa la naturaleza que se encuentra más bien en el jardín, en el estanque o incluso en el balcón y en las macetas, y hasta esas otras formas vegetales que apenas sobreviven en jarrones, vasos y botellas. Esa vida callada y silenciosa que nos acompaña y a la que podríamos llamar ‘paisaje interior’ que va de la naturaleza viva a la que hemos llamado ‘naturaleza muerta’. Pero también nos interesa acercarnos a la naturaleza de las cosas, a esas botellas y jarrones, a esas vasijas. A lo que podríamos denominar ‘la vida secreta de las cosas’. Por eso, en esta ocasión, hemos querido invitar a siete artistas que han reflexionado intensamente sobre este espacio intersticial que une el arte y la naturaleza, lo científico y lo artístico, y en último término la vida con la muerte. ‘Still life’, vida quieta y detenida. Vida silenciosa”.
