Equipo

Me levanto con la noticia de que Luca Doncic mete 73 puntos en un partido, dos días después de que Joel Embiid anotara 70, y me pregunto si es compatible con el concepto de equipo que un solo componente asuma bastante más del 50 por ciento de la producción de todo el grupo. Entre otras cosas, por esto no veo NBA.
Y preguntándome esta mañana sobre esto y sobre aquello, reflexiono sobre los aspectos imprescindibles que, a mi entender, construyen un equipo. Lo he escrito más veces en esta columna: creo firmemente en la cultura del club, en todo lo relativo a valores, comportamientos, creencias, etc., que configuran el modelo de trabajo no solo del equipo, sino de toda la organización. Por eso soy un defensor acérrimo de entrenadores que salen del club. Desde Pablo Laso, al Cholo Simeone.
Como es muy difícil que todos los componentes de un equipo procedan del mismo club (precisamente por eso, el Barça de Guardiola fue tan buen equipo), lo que también me parece fundamental es elegir muy bien a sus integrantes; jugadores con pasión por su tarea. Y poner a su disposición las herramientas necesarias para desarrollar todo su potencial profesional y, consecuentemente, personal. Porque lo uno, al fin y al cabo, es parte de lo otro. Y, por supuesto, en un equipo se deben delimitar y definir muy claramente las responsabilidades de cada componente.
Por todo eso me parece tan insostenible el excesivo protagonismo, como el defecto en la tarea de los componentes del grupo. Si eso se produce, antes o después, el equipo se resentirá y difícilmente alcanzará sus objetivos y resultados. Ya sea en el terreno de juego, en el área técnica, o en la gestión directiva del club.