Leo en los periódicos que la Superliga promovida por Real Madrid, Barcelona y Juventus tiene su precedente en la Euroliga de baloncesto, cuando los clubes decidieron montar su propia competición al margen de la FIBA, en el año 2000. Pero no; primero fue la Fórmula 1, a principios de los años 80, al enfrentarse los equipos a la FIA por los derechos de la competición, y que acabó tiempo después con el representante de los equipos, Bernie Ecclestone, controlando la FIA al colocar a su subalterno Max Mosley al frente de la misma, para un dominio absoluto del negocio.
La Euroliga no llegó a tanto (parece, incluso, que últimamente hay un acercamiento entre esta competición y la Federación Internacional) y seguramente el fútbol tenga un proceso más similar al del baloncesto que al de la Fórmula 1.
Y es que, si lo pensamos desde la perspectiva de los clubes, quienes poseen la materia prima para que la competición pueda celebrarse, ¿para qué necesitan que la Federación gestione su propia competición y se lleve una parte del pastel, si la pueden gestionar ellos mismos? Dicen desde la Federación que defienden los intereses de los aficionados. En fin… a ver cómo compiten con Unify en defensa de los aficionados.
Es cierto que bastantes equipos (entre ellos mi Atleti), tomaron la decisión de salir de la Superliga ante las amenazas de la UEFA y la FIFA, pero me temo que, antes o después, y al margen de que la sanción de 300 millones por abandonar la Superliga tenga que ser asumida o no, estos equipos formarán parte de la competición.
Se trata, al fin y al cabo, de un conflicto entre el poder del volumen deportivo de las federaciones, y el poder económico de los clubes. Y está claro quién tiene todas las de ganar.
