Un gol a siete minutos del final de Aquilani, con la fortuna en un disparo que desvió Raúl Albiol, decantó para Italia un duelo con poco de amistoso entre los dos últimos campeones del mundo (2-1), en el que España no estuvo a la altura, lastrada en defensa, víctima de numerosas lesiones.
La ‘roja’ no pudo salvar uno de esos días en los que tiene más que perder que ganar. Cuando el prestigio se pone en juego entre dos campeones mundiales. Ante un rival que necesitaba una inyección de optimismo, cayó con dignidad, condicionada por sus problemas defensivos.
Dos futbolistas de la vieja escuela, Andrea Pirlo y Antonio Cassano, marcaron la pauta en pleno relevo generacional de la ‘azzurra’. La alta intensidad con la que comenzaron el partido sorprendió a España. Asfixiada en la presión. Estudiada al detalle.
La locura se desató con Cassano en su ciudad natal. El chico malo de un barrio conflictivo de Bari lució el brazalete de capitán ante los suyos. Era su día. El del jugador al que le pierde su mala cabeza, como definió Casillas.
Con el control, jugando la pelota y buscando espacios, el cuadro local desarboló al equipo de Vicente del Bosque. Encontró una autopista a la espalda de Iraola y se destapó el lateral Criscito. Un zurdazo potente lo estrelló en el palo y un preciso pase dejó solo a los once minutos a Montolivo ante Casillas. Con calidad, picó el balón al fondo de la red.
España no encontraba el balón, le faltaba velocidad, intensidad y orden. Para colmo de males, Fernando Torres sufrió una conmoción cerebral y pidió el cambio. Tuvo que aparecer Andrés Iniesta. Aplicar el estilo. A los 18 por fin intervino Buffon con un disparo centrado de David Silva, uno de los mejores del combinado.
Las limitaciones defensivas marcaron a los vigentes campeones del mundo. Solo había cinco defensas citados, pero fueron cuatro por la lesión de Monreal. Del Bosque obligó a Piqué a arriesgar. El catalán, que llegaba con molestias musculares, aguantó 45 minutos y también tuvo que pedir el cambio.
Instantes después, España encontraba un premio excesivo a sus méritos. Fernando Llorente fue empujado cuando iba a rematar un centro desde el costado izquierdo y el árbitro no lo dudó. El penalti lo transformó Xabi Alonso. Con su peor cara, la ‘roja’ llegó al descanso empatando, tras una nueva intervención de Casillas a disparo cruzado de Cassano.
El examen se complicó con las lesiones y los pocos efectivos en defensa. Del Bosque, que medía esfuerzos para evitar enfados de Real Madrid y Barcelona, tuvo que ubicar a Busquets de lateral derecho por lesión de Iraola y Javi Martínez de central por Piqué. Experimentos con gaseosa en un grupo al que le faltaban Sergio Ramos, Carles Puyol y Joan Capdevila.
Mantuvieron el tipo como pudieron. Exigidos con los cambios ante la velocidad de Balotelli y Pazzini. Las numerosas sustituciones de un amistoso dejaron el debut de Thiago con la elástica nacional. La primera aparición en la absoluta de un futbolista que marcará una época. Por los nervios, un jugador que es pura fantasía, perdió más balones de lo que en él es habitual.
Salió Villa con su hambre de gol habitual. Lo intentó desde 30 metros al ver adelantado a Buffon y chutó siempre que pudo. Incrementó la sensación de peligro. Italia no había bajado los brazos. Cassano se despidió con un disparo que salvó Valdés.
La mejoría de España la pudo plasmar en el marcador, pero Llorente falló lo que un delantero no puede perdonar. Silva lo intentó en el área chica, pero lanzó en semifallo ante el único defensa transalpino que defendía el arco.
Y si Íker Casillas salvó a su selección en el primer acto, quien compitió con él por ser mejor portero del mundo unos años, Buffon, lo hizo en la recta final. Sacó en dos tiempos un disparo de Xabi Alonso y dejó una buena parada a una clara ocasión de Silva.
Valdés respondió ante una falta de Pirlo, pero nada pudo hacer cuando la fortuna se alió con Aquilani. Su disparo golpeó en Raúl Albiol y cambió su trayectoria. Era el triunfo de Italia. Una advertencia para España. Desde ahora, Del Bosque convocará más defensas.
Nada más concluir el duelo, Vicente del Bosque aseguró que terminó contento «en líneas generales» con el rendimiento del combinado. «Estoy bastante contento del segundo tiempo. En el primero estuvimos demasiado tímidos, pero en líneas generales el partido fue bueno».
