“Esto te tiene que gustar, si quieres que sea un modo de vida tienes que valer para ello, no todo el mundo vale. Yo lo he vivido desde pequeñita, mi familia ya iba por los mercados y de siempre ha sido lo mío. Mi padre, que tenía el negocio en un pueblo de la provincia de Segovia, ya salía por otros pueblos a vender”. La mujer que comenta su opinión sobre la venta ambulante en los mercados al aire libre de Segovia no quiere identificarse, huye de protagonismos “porque no está el horno para bollos”, dice, pero relata su historia, llena de sabañones y pies congelados pero también de amistad nacida del trato semanal con muchos clientes fieles que, reconoce, cada vez son los menos.
Los mercadillos de la ciudad de Segovia no son lo que eran. Cuando se aprobó la actual Ordenanza de Mercados Municipales al Aire libre, en 2004 (modificada en 2010), el mercado más grande de Segovia, el de los sábados, en torno a la plaza de Carrasco, en el barrio del Cristo del Mercado precisamente, tenía 90 puestos, y el de la Plaza Mayor, 66. En la actualidad, y de forma provisional, son unos 30 porque aproximadamente una decena han sido retirados temporalmente por no tener la documentación en regla.
Posiblemente no hay una única causa que explique esta decadencia y cada parte implicada: Ayuntamiento, vendedores, compradores… apunta a motivos como la crisis económica, la competencia de otro tipo de comercio, por ejemplo, los bazares chinos o grandes superficies, la mejora de las comunicaciones, un modelo de negocio caduco, en algunos casos, que necesita renovarse y trabas y dificultades administrativas.
Otro vendedor ambulante, uno de los fieles, de un pueblo del norte de Segovia, asegura que hay una gran diferencia entre el recibimiento a este colectivo en localidades de la provincia, “con los brazos abiertos, están deseando de que llegue el día de mercado”, a lo que ocurre en los últimos años en la capital: “parece que somos un problema, que nadie sabe qué hacer con nosotros. Cada vez es más difícil aparcar cerca y la gente joven prefiere coger el coche y marcharse a grandes superficies aquí o en Madrid o Valladolid”.
Apunta que, además, las tasas a abonar son elevadas, no ya comparándolas con pueblos de la provincia sino con otras capitales de Castilla y León e incluso con el popular mercado del Rastro madrileño.
El Adelantado ha intentado comparar tasas, según las ordenanzas fiscales en vigor, y en Segovia los precios están fijados en función de los cuatro mercados semanales y por metro lineal y día. En este sentido, oscilan entre la tasa más barata, para el mercado de los lunes en el barrio de Nueva Segovia, a razón de 2,15 euros el metro por día, y la más cara, para el de los jueves, cuando se eleva a 3,02 euros. En este último el precio anual alcanza los 157 euros por metro lineal.
En los mercados de la ciudad de Ávila el precio estipulado, por semestre es de 7,59 euros por metro cuadrado o fracción y en Valladolid de 0,42 céntimos el metro cuadrado o fracción al día. En cuanto al Rastro de Madrid, sus puestos se reparten en muchas calles, con tres categorías diferentes, de manera que el precio oscila entre los 7,03 euros por metro cuadrado al mes y los 11,30 euros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que a partir de los 2 metros cuadrados los responsables de los puestos tienen que pagar un plus mensual. En otros mercados madrileños la tasa oscila entre los 32,03 euros por metro al año y los 218,3 euros, según las zonas.
Requisitos en Segovia no faltan. Es una actividad reglada y, como tal, los vendedores que solicitan la autorización para instalarse en los mercados municipales al aire libre tienen, como mínimo, que estar dados de alta en el correspondiente epígrafe fiscal del I. A. E. (Impuesto de Actividades Económicas), hallarse al corriente de las obligaciones tributarias y de la Seguridad Social, en caso de venta de productos alimenticios, estar en posesión de certificado de formación de manipulador de alimentos, reunir las condiciones y requisitos exigidos por la normativa reguladora del producto o productos objeto de la venta ambulante y disponer de póliza contratada sobre seguro de responsabilidad civil.
