Al menos nueve personas resultaron muertas ayer por la explosión de una bomba contra un autobús que llevaba a trabajadores de un complejo de Naciones Unidas en la localidad de Garowe, en la región somalí de Puntlandia, según informó la Policía.
Las autoridades somalíes sospecharon desde un primer momento que el grupo terrorista somalí Al Shabaab fue el responsable de este ataque —como luego confirmó el propio grupo— que se cobró la vida de nueves guardias de seguridad, dos de ellos kenianos y los otros siete somalíes, según explicó Mohamed Abdi, un mando policial somalí, además de la de cuatro trabajadores del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
“Una explosión ha alcanzado el autobús que llevaba a los trabajadores hacia las oficinas de Naciones Unidas. Han muerto al menos nueve personas”, explicó el policía. En los últimos años, Al Shabaab ha perpetrado varios ataques contra instalaciones de Naciones Unidas en Somalía, en su mayoría en la capital del país, en Mogadiscio, donde Naciones Unidas apoya a las autoridades para intentar reconstruir el país después de más de 20 años de conflicto bélico.
UNICEF confirmó de que cuatro de los fallecidos eran trabajadores de la organización y de que cuatro más resultaron heridos de gravedad en el atentado.
“El ataque con Artefacto Explosivo Improvisado (IED) fue perpetrado cuando el personal viajaba desde su lugar de hospedaje hasta la oficina, un trayecto que normalmente dura tres minutos”, explicó UNICEF a través de un portavoz, James Elder.
Elder señaló que entre los trabajadores había nacionales de varios países, aunque no concretó más esta información para poder informar en primer lugar a las familias de las víctimas.
El director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, condenó el “horrible ataque” perpetrado en el noreste de Somalia y abogó por seguir trabajando sobre el terreno como mejor manera de “rendir homenaje” a estas víctimas.
El máximo responsable del Fondo destacó que los fallecidos son “héroes” que “dedicaron su vida a trabajar para los niños de Somalia”. “Nuestro continuo trabajo en Somalia por los niños más vulnerables y sus familias será un merecido homenaje a aquellos que hemos perdido” y concluyó que “es un asalto no sólo a ellos sino a las personas a quienes estos trabajadores servían”.
Autoría confesada
El grupo terrorista somalí Al Shabaab, de ideología yihadista islámico, reivindicó horas después la autoría del ataque perpetrado contra el autobús de la ONU.
“Estamos detrás del ataque de Garowe”, explicó a la agencia Reuters Abiasis Abú Musba, el portavoz de operaciones militares del grupo armado.
