Hace 20 años, la economía de la ciudad de Phoenix (EUA) estaba dominada por las industrias turísticas y el sector inmobiliario. Sin embargo, la Universidad Estatal de Arizona ha creado en los últimos años un importante polo de desarrollo de la microelectrónica en dicha ciudad, el llamado “valle del sol”, gracias a la inversión en I + D para el desarrollo de la industria de semiconductores. La fabricación de chips es algo prioritario en la actualidad y ha atraído inversiones de más de 60.000 millones de dólares desde el año 2020 en la indicada ciudad, de un total de 242.000 millones de inversión en E.U.A. El premio gordo ha sido que la empresa taiwanesa ISMC (el mayor fabricante mundial de chips) ha anunciado una inversión de más 40.000 millones en la indicada región para la producción de esa clase de productos.
El papel de la Universidad de Arizona ha sido vital para atraer ese tipo de inversión por su apuesta por la investigación en alta tecnología, ayudando al desarrollo de esa parte del territorio americano. En el mismo sentido, otras ciudades americanas, como Pittsburgh (Universidad de Carnegie Mellon) y Cleveland (Universidad Case Western Reserve), han conseguido el desarrollo de sus regiones gracias a la inversión e investigación de esas Universidades.
Segovia cuenta con la Escuela de Ingeniería Informática que puede ayudar a traer inversiones en nuestra ciudad en plena digitalización de la economía europea. España ha destinado casi el 30% de los fondos europeos Next Generation EU (20.000 millones de euros) a la digitalización. Hoy, las tecnologías digitales están cambiando la vida de las personas, desde la forma que nos comunicamos hasta la manera que trabajamos. La digitalización ofrece una serie de oportunidades: la creación de empleo, la promoción de la educación y el aumento de la competitividad y la innovación. Una digitalización que ha dado un nuevo impulso a la transición tecnológica, impulsando la sanidad electrónica y promoviendo tecnologías facilitadoras como la informática en la nube, las tecnologías cuánticas y la informática de alto rendimiento. En este orden de cosas, con el desarrollo de esta tecnología se ha generado un enorme número de datos disponibles, un mercado de datos, de hecho se espera que la economía de datos en la Unión Europea pase de 301.000 millones de euros en 2018 a 829.000 millones de euros previstos en 2025, mientras que el número de profesionales de datos pasará de 5,7 a 10,9 millones. Por último, la Inteligencia Artificial (IA) puede contribuir a una economía más innovadora, eficiente, sostenible y competitiva, mejorando al mismo tiempo la seguridad, la educación y la atención sanitaria de los ciudadanos. Entre los años 2022—2025 se podrían haber creado 60 millones de puestos de trabajo en el mundo gracias a la Inteligencia Artificial, la cual podría generar el 25 del PIB mundial en dos décadas.
La Escuela Superior de Informática de Segovia podría en definitiva coadyuvar al desarrollo tecnológico provincial, la promoción de actividades como el establecimiento de los servidores de las grandes compañías y que aprovecharían la energía eléctrica producida de origen fotovoltaico, la administración y almacenamiento de datos, o bien la digitalización de determinados sectores de la economía. El diseño de programas informáticos, la creación de materiales educativos, el desarrollo de la inteligencia artificial, son sectores económicos con gran futuro y que podrían tener su sede en nuestra provincia. El abandono del proyecto del Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE), como medio de atraer nuevos proyectos empresariales a la ciudad de Segovia, hace necesario la generación de nuevas iniciativas que sean capaces de atraer inversiones generadores de empleo, como pueden ser el desarrollo de la digitalización y la inteligencia artificial (IA) con el apoyo de los centros universitarios implantados en Segovia.
