Como cada 1 de enero, Cuéllar volvió a recibir el Año Nuevo sacando en procesión al Niño Jesús de la Bola, una de las imágenes religiosas más representativas del municipio, que se encuentra en la iglesia de San Miguel, en la Plaza Mayor, y que fue llevada, entre vítores y ritmos de jotas, desde su ubicación hasta la iglesia de San Esteban. Se trata de una tradición muy arraigada que no pudo faltar en la bienvenida al 2024.
En su recorrido por el casco histórico de Cuéllar, acompañaron al Niño de la Bola el alcalde, Carlos Fraile, y los concejales, Tomás Marcos, Raquel Gilsanz, Jesús Salamanca, así como el edil Ángel Magdaleno, quien también ejerció el cargo de mayordomo y, por lo tanto, fue uno de los encargados de cargar con la figura. Una vez en su destino, se cantaron dos villancicos y la imagen regresó hasta San Miguel acompañada del público, dulzaineros y danzantes.

Los que quieran ver al Niño de la Bola pasear por las calles de Cuéllar, tendrán otra oportunidad este sábado, 6 de enero, Día de Reyes. Tras esta nueva procesión, volverá a su ubicación en San Miguel hasta el 1 de enero de 2025.
