En su discurso a los cadetes sobre la necesidad de la táctica artillera al servicio de Su Majestad, Vicente de los Ríos plasmó hace más de dos siglos y medio algunos de los fundamentos teóricos que hoy figuran en el frontispicio de la formación teórica y práctica de los futuros oficiales del arma. Ayer, el coronel director de la Academia de Artillería Javier Alonso recurrió al legado de uno de los artilleros más insignes de la historia del arma para transmitir estos fundamentos en la lección inaugural del curso 16/17 para los 52 cadetes alumnos que integran la 302 promoción de la Enseñanza Militar de la Escala de Oficiales (EMIEO) que ayer iniciaron oficialmente su periodo de formación en el centro de enseñanza militar.
La Sala de Reyes del Alcázar de Segovia fue el lugar elegido para el sencillo acto militar, al que asistieron como invitados el general José Manuel de los Santos, jefe del Mando de Artillería Antiaérea y su homólogo del Mando de Artillería de Campaña Felipe de la Plaza Bringas, así como una amplia representación de las autoridades locales y provinciales y de los mandos militares de la plaza de Segovia.
En su lección, el coronel Alonso recordó ante los alumnos la importancia de la Academia de Artillería como la escuela militar en activo más antigua del mundo, y señaló que fue en el Alcázar de Segovia «donde hace 252 años el noble oficio de artillero dejó su carácter artesanal para pasar a ser una actividad científica y técnica de primer rango. Así, y recurriendo al ejemplo de Vicente de los Ríos señaló que en el citado discurso a los cadetes aseguraba que las artes «en las que el entendimiento necesita valerse del ministerio de las manos, y cuya teoría se enlaza con la práctica» exigen el uso y manejo de los instumentos, el conocimiento de su construcción y de los materiales que lo componen y la especulación sobre los medios oportunos para facilitar el manejo. Así, De los Ríos aseguraba que quien esté instruido en los dos primeros puntos «será artífice, y los que sepan el último merecerán llamarse artistas», y el coronel Alonso aseguró que los alumnos del centro, merced a la labor del profesorado y el personal de la Academia, «no se va a limitar a que ustedes sean artífices, su objetivo será conseguir que sean unos artistas». También apeló a la necesidad de conservar los valores que como oficiales deben ostentar, transmitidos por el centro de enseñanza militar y aseguró que en la mente de los futuros oficiales debe quedar grabado que «esta es vuestra Academia, y la obligación es de respetarla, cuidarla y engrandecerla con vuestra noble actitud.