El Adelantado de Segovia
viernes, 28 noviembre 2025
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN
El Adelantado de Segovia

El arraigo desde 1867 de los cedros en los jardines de Segovia

por Juan Manuel Santamaría (*)
23 de diciembre de 2023
en Segovia
Cedro del Himalaya en la plaza del Medio Punto. San Ildefonso.

Cedro del Himalaya en la plaza del Medio Punto. San Ildefonso.

Compartir en FacebookCompartir en XCompartir en WhatsApp

Plaza, iglesia y torre de San Esteban (II)

Plaza, iglesia y torre de San Esteban (I)

El patio de la casa de Los Rueda

Son muchos los lugares de la provincia de Segovia que, de un tiempo a esta parte, embellecen rincones y perfiles con la silueta, majestuosa a la vez que frágil, de uno o varios cedros, por más que la historia de estos árboles entre nosotros sea bastante reciente, pues sólo llegaron en 1867, año en el que el jardinero Juan Vázquez los convirtió en referencia para varios sectores de los jardines del Real Sitio de San Ildefonso, como el parterre de Andrómeda y la plaza llamada del Medio Punto o Alameda. En este último espacio hay uno que, por sus dimensiones y por la multiplicidad de sus troncos, se ha convertido en uno de los ejemplares botánicos más singulares de toda la provincia de Segovia.

Cedro en el Jardín del Instituto Mariano Quintanilla.
Cedro en el Jardín del Instituto Mariano Quintanilla.

El cedro crece de forma espontánea en tres lugares de la tierra:

Uno es la cordillera del Himalaya, hábitat del Cedrus deodara, caracterizado por un imponente volumen cónico al que sirve de contrapunto la tendencia a inclinarse hacia el suelo de sus ramillos, defensa natural para evitar que el peso de las nieves, tan abundantes en la gran cordillera, desgaje sus ramas. Algo que no siempre logra como los paseantes segovianos habrán podido comprobar viendo los destrozos que las no muy lejanas nevadas del día seis de enero de 2.022 han causado en algunos de ellos, como los de los jardinillos de San Roque o el jardín de la Merced.
Otro está en las montañas del Líbano, centro de dispersión del Cedrus libani, árbol no menos majestuoso que el anterior, de resonancias bíblicas y que sabemos fue buscado por los faraones egipcios para construir barcos y labrar sarcófagos. Tiene una silueta espectacular, con un tronco grueso del que salen las potentes ramas, primero formando ángulo y luego extendiéndose paralelas al suelo.

Y el tercero es el macizo del Atlas, de donde procede el Cedrus atlantica que, para adaptarse a un medio más seco, evolucionó hasta conseguir una ramificación menos densa y unas acículas más cortas que las de las otras dos especies; y de distinto color ya que no lo tienen verde oscuro sino verde azulenco, propio de árboles que nacen y crecen en medios áridos, acentuado en la variedad glauca, una joya obtenida por botánicos y viveristas.

¿Cuándo llegaron a Segovia? En la relación que hizo Marcelo Laínez, de árboles que había en los jardines y paseos públicos del municipio, fechada en 1880, sólo aparece uno, sin duda el de la plaza de la Merced, ejemplar imponente sobre el que circula la leyenda, algo inverosímil, de que fue plantado por la reina Isabel II.

Cedro en el jardín del Instituto Mariano Quintanilla. / Archivo Peñalosa y J. P. Velasco
Cedro en el jardín del Instituto Mariano Quintanilla. / Archivo Peñalosa y J. P. Velasco

5 Cedro Castellarnau

 

En el Instituto General y Técnico hay dos de poderosa silueta, uno de ellos dibujado como arbolito a poco de ser plantado por Julián Martínez del Peral detrás de la caricatura que hizo al entonces profesor de Historia Natural de dicho centro Mariano Aguas Monreal entre los años 1879 y 1881. Los dos lucen espléndidos en el patio del centro docente.

Esos tres debieron ser los dos primeros, y luego, con poca diferencia de tiempo dado el semejante grosor de los troncos, vendrían otros, aunque pocos, quizá porque para aquella época costaran caros, circunstancia que les pondría fuera del alcance de quienes no tuvieran el status de burgueses acomodados, aristócratas o instituciones. Es un esquema que se da en Segovia por lo que vemos en la relación que sigue:

Cedro del Himalaya en el jardín del Magnolio.
Cedro del Himalaya en el jardín del Magnolio.

Uno notable es el que cae sobre la muralla a la altura de la calle Martínez Campos plantado en el jardín de su casa por Joaquín María Castellarnau, que tuvo el capricho de fotografiar su joven silueta.

Otros cinco muy gruesos son el del palacete de Ezequiel González, el del llamado Jardín del Magnolio, en la Academia de Artillería, el del jardín del Marqués de Santa Eulalia, en el barrio de San Millán y los dos plantados por el Ayuntamiento en los jardinillos de San Roque.

Sólo nueve. Pocos. Sería por el precio, como ya he indicado, o porque no se imaginaban los rasgos de elegancia que iban a caracterizar estos árboles ni la magnificencia que podrían alcanzar.

Cedro que sofocará la hiedra que crece alrededor de su tronco./ J. I. Davia
Cedro que sofocará la hiedra que crece alrededor de su tronco./ J. I. Davia

Pronto se harían notar en la ciudad, donde acabaron por hacer competencia a las torres de los templos y, sin embargo, hubo que esperar mucho tiempo para que volvieran a ser elegidos como especie ornamental. Correspondió este acierto al Patronato de Jardines, que plantó tres en la Plaza del Conde Cheste; tres más en los Jardinillos de San Roque; uno en la Cueva de Santo Domingo, visible sólo en invierno cuando la densa vegetación del entorno pierde el follaje; cuatro en la plaza de la Reina Victoria Eugenia, alrededor del Monumento a los Héroes del 2 de mayo, y uno más delante de la fachada sur del Alcázar, cuyo crecimiento ha podido, y puede, seguirse contemplando fotografías y tarjetas postales hechas al edificio en distintos momentos.

Las autoridades militares plantaron dos en la calle Coronel Rexach y dos centros docentes apostaron por los cedros como elemento ornamental complementario de la arquitectura: el Instituto de Bachillerato Andrés Laguna que plantó uno a la izquierda de su fachada, dos a la derecha y dos en el patio de recreo creado en la parte posterior, y la Granja Escuela, que hizo de ellos la especie dominante en el arboreto de coníferas con que embelleció el centro que levantó a las afueras, por la carretera de Soria.

Cedro del Himalaya derribado por el viento. / JMS
Cedro del Himalaya derribado por el viento. / JMS

No todos son bien cuidados: el cedro Deodara que se puso en la plazuela del Conde de Cheste, frente a la entrada del palacio de las Cabezas, después de haberse desarrollado de forma admirable, acabó sofocado por los gases que los automóviles emitían justo debajo de él obligados a parar por un semáforo; al que queda en pie en el patio del palacio del Marqués de Santa Eulalia, tardarán poco tiempo en ahogarle las hiedras que se agarran a su tronco; a los que plantaron las autoridades del Regimiento de Artillería, afeados por construcciones parásitas y señales de tráfico, les acabarán desgajando los nidos de cigüeña que en ellos anidan; y el que se puso en el lado derecho de la fachada del Instituto de Bachillerato Andrés Laguna fue arrancado de cuajo por un vendaval. A veces pasa que no se estudia bien el suelo y se ponen plantas muy grandes donde hay poco fondo. Y pasa lo que pasa.

Ya en tiempos más recientes, el cedro siguió siendo un árbol a poner en lugares señalados y, si en jardines, ocupando puntos de distinción, lo que hace que se puedan ver destacando entre árboles de otras especies y, dada la altura que alcanzan, desde distancias considerables.

Ramas de cedro cargadas de nieve un día de invierno. / JMS
Ramas de cedro cargadas de nieve un día de invierno. / JMS

Durante un tiempo, dejaron de ponerse pero últimamente el Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza los llevó al parque de la Albuera, junto a la carretera de San Gabriel, y hoy parece que el cedro ha pasado a ser el árbol que no puede faltar en ninguna nueva plantación como el paseante podrá comprobar recorriendo el Parque de La Dehesa y las calles de La Albuera o Nueva Segovia.
——
Supernumerario de San Quirce
porunasegoviamasverde.wordpress.com

Cedros plantados por el ICONA en el Parque de La Albuera. / JMS
Cedros plantados por el ICONA en el Parque de La Albuera. / JMS
Compartir en Facebook122Compartir en X76Compartir en WhatsApp
El Adelantado de Segovia

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda

  • Publicidad
  • Política de cookies
  • Política de privacidad
  • KIOSKOyMÁS
  • Guía de empresas

No Result
View All Result
  • Segovia
  • Provincia de Segovia
  • Deportes
  • Castilla y León
  • Suplementos
  • Sociedad
  • Actualidad
  • EN

Edición digital del periódico decano de la prensa de Segovia, fundado en 1901 por Rufino Cano de Rueda