Patrimonio Nacional reinstaló este lunes las llamadas ‘Puertas de Segovia’, que suponen una de las entradas al Real Sitio de La Granja de San Ildefonso. Estas habían sufrido daños severos el pasado mes de julio, cuando accidentalmente un camión chocó con ellas. Durante estos cinco meses, Patrimonio Nacional las ha restaurado y, además, ha realizado una nueva llave siguiendo el modelo original.
El delegado de Patrimonio Nacional en Segovia, Nilo Fernández Ortiz, ha mostrado su satisfacción por la restauración de estas “bellísimas puertas de hierro forjado del siglo XVIII, que constituyen el la primera impresión que tiene el visitante que viene a La Granja. Son un elemento emblemático y un punto de visión del conjunto del municipio y Gracias a la restauración que acaba de impulsar Patrimonio Nacional, el público puede volver a contemplar la entrada a este espacio con su aspecto original” afirmó.

Las ‘Puertas de Segovia’ adquirieron su aspecto definitivo en el año 1767, cuando a la antigua puerta central se sumaron dos puertas-reja procedentes del Jardín del Plantel. Esto permitió cerrar accesos y facilitar la contemplación de la belleza del Real Sitio al estilo de los Patios de Honor de la arquitectura palaciega francesa.
2024, EL AÑO DE LA GRANJA
Además, Patrimonio Nacional se prepara para la celebración, en 2024, del tercer centenario de La Granja. Para ello, la institución ha decidido invertir en este Real Sitio cerca de doce millones de euros de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Entre los principales proyectos figura la restauración de la Fuente de la Cascada, en los jardines del Palacio Real, por seis millones de euros, y la adecuación del Centro de Visitantes y del Museo de Tapices, en los que se invertirán más de tres millones.
De este modo, Patrimonio Nacional continúa con el proceso inversor en este municipio de los últimos años. A la renovación del discurso museográfico realizado el año pasado, que supuso la incorporación de 50 nuevas obras a la visita, a principios de año la institución repuso uno de los pináculos que coronan la cara norte de las antiguas Caballerizas Reales, y reparó su bola de plomo y la cruz con veleta de hierro, dañadas como consecuencia de una ciclogénesis explosiva. La reposición de estos elementos, junto a la restauración e instalación de las puertas, permite recuperar el singular perfil que define este Real Sitio.
