Parece que La Granja pone la directa. Ayer cosechó en tierras bercianas su tercer triunfo consecutivo. Lo hizo además con mucha solvencia, ofreciendo un juego de garantías y negando cualquier posibilidad a la Ponferrradina B de poner en aprietos a Yiyo, que fue un espectador más a lo largo de todo el encuentro. En la defensa y en la presión asfixiante que el equipo segoviano ejerció en Compostilla sobre la salida de balón del filial se cimentó ayer la victoria de La Granja.
El 0-1 logrado por César Bravo en las postrimerías del primer acto hizo mucho daño a la Ponferradina B, ya que en la segunda parte el equipo berciano fue una sombra de sí mismo dejando que La Granja monopolizara la posesión de la pelota y concediendo innumerables ocasiones de gol. A pesar de todo, la puntilla granjeña no llegó hasta el tempo añadido como consecuencia de una triangulación de libro obrada entre Xavi, Adrián y Dani Tejedor.
Sin embargo, la igualdad fue la nota predominante de la primera parte. La Granja llevó la voz cantante, pero no fue hasta bien entrado el primer periodo cuando el equipo segoviano empezó a sentirse cómodo de verdad. Durante los primeros compases del partido la Ponferradina B se dedicó a especular con el marcador y no hizo ademán de querer inquietar la portería de Yiyo. Un cabezazo de Álex y un disparo manso de Javi Amor fue todo el bagaje ofensivo de los locales en los primeros 45 minutos de juego.
El primer aviso de la Granja corrió a cargo de Saúl una vez rebasado el primer cuarto de hora de juego. Hasta ese momento el cuadro granjeño había tenido la pelota pero no había sabido qué hacer con ella en su poder. La Ponferradina B se replegó atrás contra pronóstico y en esa tesitura La Granja sufrió para encontrar espacios.
Chiqui cambió, sin embargo, el signo del encuentro al filo del descanso con una genialidad que desembocó en el 0-1. El centrocampista se plantó solo ante el cancerbero local tras sortear a un par de defensores bercianos y mandó el balón a la cepa del poste. El rechace de la madera fue aprovechado por César Bravo, que llegaba desde atrás, para abrir el marcador.
A partir de ahí fue coser y cantar para La Granja, que dio una auténtica exhibición de juego tras el paso por vestuarios a pesar de que su dominio no se tradujo en una lluvia de goles. El equipo segoviano monopolizó la posesión de la pelota en los segundos 45 minutos de juego y no dio opción a la Ponferradina B, que fue una sombra y naufragó a la deriva hasta el pitido final.
En este segundo acto Chiqui se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa local. El centrocampista granjeño se hartó de conectar con sus compañeros en tres cuartos de campo e incluso habilitó en un par de ocasiones a Xavi para marcar.
Al final, la puntilla llegaba en el último minuto del tiempo añadido. Xavi, Adrián y Tejedor realizaron una triangulación de libro al borde del área berciana y el 0-2 definitivo subió al electrónico. Escaso premio para La Granja, que mereció golear ayer a su rival.
